Su habilidad como extremo diestro le ayudó a convertirse en una de las piezas clave de aquel Betis que fue subcampeón de Copa en 1931 y se llevó la Liga 34/35; no obstante, la Guerra Civil frustró su fichaje por el Real Madrid, haciendo que tuviese que conformarse con jugar en un Granada donde una importante lesión ósea acabó con su carrera.