Gerardo Daniel Martino (Rosario, 1962) se erigió por derecho propio en el máximo ídolo de la exigente hinchada leprosa, con récord de partidos jugados (509 partidos entre 1980/94 y 1995, 35 goles) y campeonatos ganados (1988, 1991 y 1992), siendo capitán del Ñuls más glorioso de la historia, aquel ciclo comenzado por el Piojo Yudica y cerrado por Marcelo Bielsa. Más allá de los fríos números, el Tata fue un centrocampista exquisito, que dio cátedra de juego ya sea con el 5, el 8 o el 10 en la espalda. Talento puro para filtrar pases inverosímiles, además de una pegada precisa.
“Le tiré un caño a Merlo. De atrevido, de pibe de 17 años. Son cosas que hacés sin conciencia”, comentó tras su debut en Primera División en 1980, según recoge el libro de José Dalonso ‘De Newell’s, historias de futbol, pasión y locuras’. Merlo era Mostaza, mediocentro de aquel River tricampeón, pero Martino ya marcaba en su bautismo cuál sería su estilo de juego. La citada obra recoge luego una anécdota de diciembre 1985, cuando NOB goleó 4-1 como visitante a Central en Arroyito con un recital de pases del Tata.“Marchetta no te vayas, Marchetta vení; quedate a ver al Tata, parece Platini”, cantaba la banda rojinegra desde la popular que da a Génova hacia la figura del entonces lenguaraz técnico de los canallas. La Juventus de Platini -entones triple Balón de Oro- acaba de ganarle la Intercontinental a Argentinos Juniors…