Durante este último mes de octubre, Isco Alarcón ha pasado de ser la pieza más efectiva del Real Madrid a bajar su rendimiento dentro del equipo. Es más, los medios de comunicación se preguntaban el pasado sábado después del Clásico por qué Carlo Ancelotti dejó a Isco sentado en el banquillo sin jugar un solo minuto del encuentro.
Los problemas del malagueño son de carácter personal, pues la sentencia que lo condena a pagar a sus ex agentes 3’1 millones de euros por romper contrato de forma improcedente le está afectando a nivel de moral. A ello se le suman las molestias que sufrió en el tobillo hace unas semanas con La Roja y carencias en lo que a la alimentación se refiere.
Tanto Ancelotti como Isco piensan que los problemas personales se olvidan dentro del terreno de juego y el técnico italiano está dispuesto a recuperar al mejor Isco esta noche frente al Sevilla. Carlo le ha pedido más implicación defensiva y más trabajo cuando no tenga el balón en los pies, reacados de los que el mediapunta está dispuesto a tomar nota.
