El hijo de la leyenda del sevillismo, Antonio Puerta, es un sevillista más desde la cuna y es homenajeado en memoria de su padre cada año por el club hispalense. Aitor, como así se llama, acude cada jornada a ver a su equipo al Sánchez Pizjuán, y tras el fichaje de Fernando Llorente, tenía el sueño de conocerlo, sueño que por supuesto el club sevillista se encargó de hacerlo realidad llevando al niño al vestuario tras el partido ante el Atlético.
Así pues, el hijo de Antonio Puerta, aunque tras un mal resultado en el partido alegró el día al recién llegado Fernando Llorente. Primero por conocer de la ilusión que le hacía al chico conocerlo, y después por el gran detalle que tuvo con él. Aitor no dudó en regalarle su bandera del Sevilla FC al jugador, gesto que el delantero aceptó con mucho gusto y llegó a emocionar al navarro que ya empieza a conocer el sentimiento sevillista apenas días después de aterrizar en la capital andaluza.