La gama cupra de Seat tiene en el LEÓN en su serie R un animal de la carretera
La R del Seat León Cupra nos indica lo máximo en potencia y gama de la marca española. El objetivo para analizar el coche en profundidad, es hacer un recorrido por encima desde su lanzamiento, lo que significó y lo que es ahora Cupra.
Honestamente nunca fui fan de la segunda generación del León en términos de diseño, aunque en sus últimos años si me fue entrando por el ojo, gracias en parte a sus rediseños que siempre son habituales en la vida de todos los modelos. La razón es que siempre me pareció un compacto con un techo alto, y abombado, dicho de una manera menos políticamente correcta: afurgonetado.
De esta ganancia de imagen con el paso de los años tiene culpa el Cupra R en parte. Como saben, los “R” se lanzan al mercado como el fin de fiesta de una generación, en este caso la segunda. Este León Cupra R se lanzaría en 2009, tres años después ya estaríamos conociendo la actual.
Es importante también poner en contexto este lanzamiento. Este Cupra R nació en plena crisis, con unos rumores continuos de venta o cierre de SEAT. Los que éramos fans de la marca española estábamos metidos en un entorno pesimista con respecto a lo que podía suceder en el futuro.
Y entonces, como por arte de magia apareció un compacto que se puso aún más a la altura de los más ilustres, que se sintió como un verdadero puñetazo encima de la mesa. El verde chillón enfatizaba un poco más ese sentimiento.
Cierto es que aunque el Cupra R se puso en la cabeza junto con otros compactos deportivos parecía que no compensaba la diferencia con la de un Cupra “normal”. 265CV tenía este fin de ciclo por los 241 caballos de la versión no vitaminada. Su puesta a punto del chasis era más radical, y su escape algo más sonoro. Aún con todo creo que estas versiones más especiales son siempre recomendables, porque aunque no te lo justifiquen en términos tangibles, sí que pueden ser una inversión a largo plazo…
Diez años después sigue siendo un coche que puede competir con lo que hay en el mercado.
Finalmente este aniversario nos permite también lo que se ha perdido y se ha ganado con todo el mundo racing de la marca española. Desde hace algo más de un año Cupra es una marca independiente, ya no ataca tanto al sector joven de la población y tira por los que de verdad tienen pasta, los senior y el mercado centroeuropeo. Pero esto también ha hecho perder algo de la Cupra original, como sus colores chillones, -probablemente este León Cupra de segunda generación fue el último en utilizarlos- y por tanto ese punto macarra. Actualmente sigue habiendo un León Cupra R, pero en colores mate y apagados con el único contrapunto de tonos cobrizos en llantas y parrilla y en definitiva siendo más sobrios.
Hay que reconocer que SEAT ha ganado en estos diez años, ha sumado más ventas, se ha desdoblado -SEAT y Cupra- y tendrá a partir de ahora diseños propios. Que estos puedan ser SUV´s eléctricos es otro tema. Pero la salud económica ahora está ahí cosa que hace una década…