la locura, el cántabro le ha levantado el pulgar a un jugador que cuando estuvo no terminó dejando buenas sensaciones
Por estos días la susceptibilidad y la emotividad ha ganado el pulso en un FC Barcelona supremamente debilitado. Las situaciones se han prestado para ello, y Quique Setién salta a escena por tener un alto grado de compromiso y responsabilidad en ello. El caso, el tema Neymar, del que se ha mostrado compasivo y hasta expectante si es que de él dependiera su retorno a las filas blaugranas.
Hoy le tildan de todo, incluso de falto de criterio a la hora de implantar una idea sostenible en la interna del club. Pero como se puede notar en este tipo de situaciones, su palabra vale y de hecho debería hacerlo bastante. Junto a Messi son las cabezas del proyecto, y si quieren a Neymar a la directiva no les quedará otra que empezar por presionar por el tema.
Todo responde a los problemas habituales, falta de cohesión, e ineficacia en zonas de ataque donde lo han intentado de todo. Su gestión ha iniciado con un cambio de módulo (3-5-2) que ha tenido que ser relevado por el clásico (4-3-3). Sin embargo, y pese a verse más sueltos en el campo, las sensaciones posteriores han sido fatales, le han ganado al Levante por la mínima, y pasando más de un susto.
Neymar recibe otra señal divina
Cada día que pasa se hace más evidente la posibilidad de regresar a la que fuera su casa. Neymar no vive un presente dulce en el PSG y hasta sus propios directivos estarían dispuestos a dejarle marchar como vía de solución a tanto conflicto. Quizás por eso el calificativo, y es que ha sido el propio Setién el que se ha mostrado conforme, no le interesan sus polémicas sino el fútbol que podría entregar.
Quedarse en plantilla con solo 16 activos ha sido determinante. En el Barça ya no tienen argumentos, ni mucho menos poder de convicción a tan evidente falla. El hecho puntual de Neymar acarrea una serie de temas que no se pueden dejar escapar, como sus problemas de comportamiento, los líos judiciales, y la llamativa manera de enfrentar con ego cada uno de sus choques.
Setién lo aprueba, y Neymar sabe que es su oportunidad de oro. Los 222 kilos que exigen podrían llegar este mismo verano, y con ello la sentencia a uno de los casos de mayor revuelo de los últimos tiempos. Messi también sigue de cerca el tema, conocido es por todos que es su exigencia, y podría ser el punto de inflexión para que termine concretando su extensión de contrato que hasta acá no llega.