No está fuera, convive con el capitán en el día a día merengue
A medida que pasan los días el Real Madrid va viendo con más fuerza un hecho puntual, el que dice que la época de Sergio Ramos ha llegado a su fin. Consideraciones existen muchas, valoraciones por parte de los directivos y del cuerpo técnico muchas más, el hecho es que Florentino se ha negado a extenderle las condiciones como él exige y eso marca el punto de referencia que tiene como efecto una decisión cantada.
Ramos pretende que la directiva del club merengue le extienda sus vínculos por dos años más, una vez el actual contrato que posee llegue a su fin. Eso será el año que viene, y como medida pretende llevar todo hasta el 2023. Florentino no se lo pasa por su mente, por edad y por prestaciones le ha ofrecido un año cuando más, y eso ha generado la ruptura en las relaciones. Confían en Militao, y de hecho ese ha sido el propósito, darle concreción a la exposición de este nuevo talento por encima de otros.
El 2021 es el año de la verdad, el año en el que el club ha decidido dar moldura a la versión renovada que quiere para su equipo y los viejos dinosaurios tienen un pie fuera. Modric, Benzema, Carvajal, Varane y el propio Ramos hacen parte de esa premisa, hecho puntual que les ha mantenido a los jefes en un estado de relajación extremo.
Florentino no se deja manosear por nadie
De todos los rumores identificados, el de Ramos y su imposición es el que más ha rajado a las altas esferas del club. De hecho, al jefe máximo le molesta sobre manera el hecho que sea Ramos el jugador que más pretenda influir en las decisiones administrativas. Incluso se sabe que fue el promotor de la vinculación de Lopetegui en su momento como timonel del equipo.
Pasó con Hierro, con Casillas, y con Raúl, todos con respuestas tajantes y certeras en esa lucha de poderes en el club. A la posibilidad inmensa de salida de Ramos, que de hecho viene mostrando fuertes falencias como se dejó en evidencia el partido contra el Celta, se quiso vincular a Virgil Van Dijk, pero increíblemente se han detenido. El holandés ya tiene 28 años, y en juegos de alta tensión como el vivido en el Wanda dejó abiertas ciertas falencias que creen en Militao no van a experimentar.
Además de no gastar un solo euro, creen que el respaldo de juego y entrenador es vital. Viene rindiendo cada que le exigen y tiene como aliada su juventud. Ramos ve cada día más compleja su estadía en la capital, y ya se plantea la chance directa de irse a Miami a jugar con los de David Beckham, como ya se ha comprometido Neymar.