Los problemas que afronta el brasileño en su club los hace pensar lo peor
Neymar no deja de ser un jugador polémico. Lo último en el PSG le ha hecho permanecer varios partidos fuera, y tras unas declaraciones, se ha mostrado inconforme con su actualidad en la escuadra parisina. Todo indica que los rumores de partida a Madrid han quedado desestimados, y es que la directiva merengue tiene ciertas consideraciones a la hora de evaluar estos casos.
Una lesión era a priori el peor de sus lamentos. Thomas Tuchel lo ha dejado por fuera en las convocatorias y todo indicaba que este sería el común denominador del proceso regular. Pero en un acto de proceder, Neymar ha llevado la contraria a las órdenes de su club para permanecer con los titulares y de ese modo enviar una señal evidente de su postura.
Además, ante los medios ha cuestionado de manera certera el proceder del cuerpo médico, afirmando estar bien y desconociendo los hechos puntuales por los que se ha quedado sin ver acción en estos partidos en concreto. Contra el Borussia Dortmund ha vuelto a estar, ha demostrado su calidad y ha anotado el único gol de su equipo en la llave.
Las rupturas con el equipo se hacen demasiado evidentes, y no solo con su entrenador sino ahora transpasando otros frentes. Lo de Neymar ya ha rozado el plano personal y ese es un acto que en Chamartín ven como obstinado y poco ético. Las decisiones altas se deben acatar y eso como principio básico lo debe incorporar todo elemento que pretenda ser parte del 13 veces campeón de Europa.
Así las cosas Real Madrid se va quitando del camino, un hecho que del otro lado de España celebran como todo un acto de fe. En Barcelona esperan que se limpie el paso cuanto antes, y mucho más ahora que parecen estar decididos enfáticamente en hacer caja con lo que sobra para de ese modo poder reunir los fondos para ficharle. Messi es su principal argumento, y esperan cerrar el trato de verano cuanto antes.