Las constantes bajas le tendrían como titular para el fin de semana y quizás en el choque europeo
Quique Setién sigue viviendo una de sus peores pesadillas al mando del FC Barcelona. Ha perdido a varios jugadores por lesión, y el cuerpo médico parece no tener respuestas ante tal problema. Lo último, la pérdida de Arthur Melo, que se estaba convirtiendo en el conductor ideal en el nuevo esquema del cántabro en los juegos más recientes.
Y no solo los que se han perdido, también los que han recuperado y no están a plenitud de condiciones. Pasó con Jordi Alba, el lateral desde su regreso no ha sido fundamental, y ha estado envuelto por un nivel realmente pobre. Con la pérdida de Arthur Melo las cosas están realmente complicadas, y más para el cruce de Champions.
Serían con esa tres bajas confirmadas, a la Sergio Busquets, la de Arturo Vidal y ahora la del mediocentro brasileño. Si no se recupera y Setién decide aplicar para su medio campo con tres elementos no queda más que poner en consideración a Riqui Puig, de todos los que están en plantilla el que mejor sienta la posición.
La encrucijada de Setién
Ya se sabe, viene jugando con un 4-3 como estructura defensiva, y sin 3 de los habituales ha tenido que apelar a varios cambios forzados. A la pérdida de Busquets el que jugará será Iván Rakitic, por Vidal lo puede hacer Frenkie de Jong, pero en lugar de Arthur no hay más que Puig. El canterano empezó jugando con el ex Betis y poco a poco se ha desinflado. Es su oportunidad y habrá que ver hasta que punto se decide el estratega.
Lo otro que tiene en mente será cambiar de sistema, apelando a meter un central más y jugar con línea de 3 al fondo, con dos medios y poblando más el frente de ataque. Ese central adicional podría cubrir la zona media del terreno de juego cuando jueguen en avanzada y así lograría equilibrar al equipo de cara a lo que pueda ser el duro compromiso contra Nápoli en el Camp Nou.
Por lo pronto este fin de semana se vienen los primeros indicios, de lo que suceda en el choque ante Mallorca saldrán las grandes conclusiones que tendrán efecto en el duelo decisivo por Champions. La cabreada de Setién es monumental, no entiende como no se le ha podido dar manejo a los casos de lesiones y recuperaciones, sobre todo teniendo en cuenta que su plantilla es demasiado corta.