El programa lleva al chef a situaciones incómodas y disparatadas dentro de un restaurante
Pesadilla en la Cocina tiene el honor de haber revolucionado totalmente la parrilla televisiva. Un formato innovador que sorprendió a millones de espectadores para convertirlos en fervientes seguidores. Unos fans que han visto como Alberto Chicote descubría los problemas ocultos en cocinas de muchos restaurantes, llegando a estar al borde del colapso tras verlos. Eso en algunas situaciones, porque en otras ha llegado a estar muy iracundo.
Alberto Chicote se caracteriza por sacar el mejor contenido para su programa en cada entrega. El chef no duda en buscar bien por las cocinas de cada restaurante para mostrar en Pesadilla en la Cocina los secretos más ocultos que esconde cada uno de los locales de hostelería a los que visita. Todo ello con la intención siempre presente de conseguir reflotarlos e indicarles el buen camino para lograr el éxito.
Numerosas son ya las entregas de Pesadilla en la Cocina que han hecho impresionar a cada uno de los espectadores. Pero el programa de Alberto Chicote también logra divertir con momentos jocosos como el vivido con el chef arrojando al agua la guitarra de un inoportuno dueño del restaurante.
Tantos programas que facilitan el hacer frente a situaciones extrañas como la actual con la pandemia y el consecuente estado de alarma. Por ello, no es raro que la cadena opte por emitir Pesadilla en la Cocina con entregas ya emitidas anteriormente.
Unos programas de Pesadilla en la Cocina que, a pesar de ser vistos con anterioridad, sigue cosechando grandes índices de audiencia televisiva. Y además, es uno de los programas más comentados en las redes sociales, donde destacan la actitud atrevida y paciente de Alberto Chicote durante el paso por cada uno de los restaurantes.