El hispano brasileño tiene su futuro definido
El Atlético de Madrid quiere evitar de forma inmediata un caso Gareth Bale en sus filas y por eso ya trabaja para atajarlo de cuajo este verano. El protagonista en esta ocasión no es otro que Diego Costa, que en su segunda etapa como jugador rojiblanco no ha terminado de ser el jugador decisivo que era antes de irse al Chelsea.
Por esta razón no se darán más oportunidades al delantero hispano-brasileño y su salida en el mercado estival de este año es una realidad. Su venta está valorada en unos 30 millones de euros, una cantidad baja para los tiempos en los que estamos pero que va a evitar que el Atlético de Madrid tenga problemas para quitárselo de encima.
De momento las propuestas que ya están sobre la mesa son varias de la Serie A y nuevamente una de la Superliga China. Diego Costa desea seguir al máximo nivel con el objetivo de pelear por un puesto en la Eurocopa 2021, por lo que intentará continuar en el fútbol europeo de la mano de o bien la Roma o bien el Nápoles.
Saúl Cabreado
La temporada aún no ha terminado de manera oficial pero los equipos ya están trabajando en la planificación del próximo curso, que tampoco saben cuándo va a comenzar. Es el caso del Atlético de Madrid, que este verano puede enfrentarse a una nueva dramática como es la de Saúl Ñíguez, al que pretenden varios clubes de la Premier League.
Saúl cuenta con una cláusula superior a los 100 millones de euros, pero las primeras ofertas que rondan los 80 millones pueden ser suficiente para sacarlo del Wanda Metropolitano. Es una cantidad que permitiría al Atlético de Madrid acometer operaciones de gran calado en el mercado, aunque a nivel deportivo supondría un daño irreparable.
Porque Saúl es posiblemente junto a Oblak y Koke parte del núcleo duro del equipo cochonero. Apenas se pierde ningún partido y su versatilidad permite a Simeone ajustar muchas veces el esquema durante los partidos. Se le puede ver siendo clave en ataque desde la banda izquierda, como liderar al equipo desde el doble pivote e incluso hacer de parche en el lateral izquierdo. Esto último es lo que no gusta al jugador, que no se siente cómoda en esa posición.