Las dudas generadas a raíz de su juego le podrían poner de patitas en la calle a partir del verano
Una de las grandes incógnitas que ha venido atravesando la gestión de Florentino Pérez en el Real Madrid tiene que ver mucho con las inversiones del pasado. Como parte del proyecto han decidido centrar sus maniobras en jóvenes talentos de Brasil para blindar el futuro, y en el caso específico de Éder Militao las cosas no van para nada bien.
Desembarcado del Oporto hace una temporada a cambio de 50 millones de euros, no ha entregado la mejor respuesta de todas en el terreno de juego. Eso ha sido motivo suficiente para abrirle un expediente y revisar a profundidad su caso en relación a la confección de la plantilla que enfrentará la siguiente temporada.
Su rol en el equipo nunca ha podido ser foco de consolidación, y prendado a las posibilidades de lesiones o sanciones de los titulares, maniobra su primer año en la casa blanca. Ahora, con todo esto que ha significado la crísis deportiva y económica, los jefes han de buscar mediar algunas situaciones riesgosas y han decidido que el brasileño tendrá que mejorar su rendimiento, o se irá fijo.
Florentino es su ángel; Zidane le quiere fuera
La directiva está en medio de una disyuntiva enorme. Saben a consciencia que el rendimiento del jugador no ha estado a la altura de los objetivos trazados, y menos si se tiene en cuenta el juego de Copa ante la Real Sociedad. Pero a su vez entienden que es el periodo de adaptación, en el cual los perdones están a la orden del día y mucho más si se tiene en cuenta el enorme impacto económico que ha resultado capturarlo.
Desde luego las especulaciones se han expuesto como presa fácil de la opinión pública, y en este instante se mantiene un fuerte alegato por lo que pueda ser su orientación legal y deportiva. Zidane prefiere que sea cedido para que gane experiencia y para que vaya superando etapas en esto de jugar al mayor nivel en una liga tan competitiva como la española. El presidente en cambio piensa otra cosa.
Al parecer a Militao se le dará una nueva oportunidad, pero con la condición de que en esta recta final de la temporada demuestre su verdadero potencial. De otro modo se terminará por ir, y aunque novias no le han de faltar, estaría rompiendo el camino al cual se le había sentenciado cuando firmó su contrato hace tan solo unos meses. Candela pura en este tema, una vez más hay tensión entre fuerzas internas.