Técnico y delantero pueden coincidir en sus próximos destinos
El futuro de Simeone en el Atlético de Madrid puede estar más cerca de acabarse de lo que la gente cree. El propio técnico argentino ya ha confesado en varias ocasiones su deseo de entrenar a otro antiguo equipo como el Inter de Milan. No será este verano, pero 2021 puede ser la fecha para que el Cholo ponga rumbo a la Serie A.
Y allí puede ser el equipo donde Simeone e Icardi crucen por fin sus caminos. Después de varios años intentando su fichaje para el Atlético de Madrid ahora el técnico argentino sabe que si el delantero no sale este verano del Inter de Milan o si vuelve a salir cedido como este año dentro de un año pueden verse las caras.
De hecho Icardi ya ha dejado claras también sus intenciones de ser entrenado algún día por Simeone, por lo que es de esperar que si este año no puede sellar su llegada al Atlético de Madrid busque la fórmula para que el Inter no le traspase y que en 12 meses si todo transcurre con normalidad pueda ser su jugador en el conjunto nerazurri.
Golpe al proyecto de Simeone
Hace semanas ya que el Atlético viene sospechando que dos de sus mejores hombres pueden ser carne de cañón de los más grandes del continente debido a las ofertas lanzadas este verano. Simeone, como es debido por su parte estaría buscando los medios necesarios para evitar que esto suceda, aunque dadas las circunstancias, se viene complicando de más el asunto. Ambos forman parte de la estructura central del campo, y se trata de Thomas Partey y Saúl Ñíguez.
El primero de ellos ha sido por un buen tiempo el jugador fetiche del Manchester United. No es la primera vez que van en asalto de su presencia, y cada vez más reúnen argumentos sólidos para desequilibrarle. Atlético en la actualidad mantiene una cláusula por él de 50 millones de euros, y aunque busque a como de lugar una extensión y mejora, las cosas no se muestran sencillas.
A los reds devils se le han sumado en las últimas horas la gente del Inter de Milán. Los italianos han olfateado debilidad, e irán al parecer, con todo por el ghanés de 26 años. Gusta su juego fuerte y veloz, con personalidad y versatilidad. Pero no están al tanto aún de las maniobras internas, acto que busca extender sus vínculos y hacerles estirar la brecha de los 50 a los 100 kilos.