La concursante expulsada del concurso de cocina se muestra tajante tras su actuación final y se dirige al jurado
Tanto los que sean fieles seguidores del programa de Masterchef como los que no, el programa del pasado lunes noche les habrá parecido de los más surrealistas a la par que sorprendentes de lo que han sido las diferentes emisiones y distintas ediciones del show de talento culinario, y esto tiene mucho que ver con Saray.
Quien fue una de las concursantes de esta edición número 8 del programa de cocina… pero no sucumbió por ello, ni mucho menos. Sino que a la hora de despedirse de los jueces lo ha hecho por todo lo alto, incapaz de controlar sus nervios. La cordobesa presentaba, como plato final, una perdiz sin desplumar ante las atónitas miradas de los allí presentes.
Ahora, unos días después de dar por finalizado su paso el ‘talent’ de Televisión Española, la que fuera aspirante ha respondido tajante al medio de ‘VerTele’ que no se arrepiente de nada de lo que hizo. “Si te digo la verdad, sí; lo volvería a hacer. No tenía ninguna posibilidad de salvarme”.
Saray se justifica manteniendo que “no puedo fingir”: “Es que yo soy La Saray; quien me quiera bien, y quien no, carretera y manta”, dice. “Yo dije: pues ya está. ¿Que me quieren joder aquí a tope concursantes, jurado y todos? No, no, no. Yo no me voy a poner aquí a arrancar plumas para darte a ti la satisfacción”.
La educadora social, en la entrevista, explicó también que se siente mal en señalar enemigos, como Teresa, a la que acusa de tener “dos personalidades”. En dirección al jurado, Saray explica que son “demasiado fríos” para decir las cosas, pero termina refiriéndose a Jordi Cruz como “muy perrillo y muy malo, pero sé que me tiene cariño”. “No voy con ganas de pelear nunca; eso sí, como me toques las palmas, yo bailo”, cerró.