Decisiones drásticas se vienen asomando en el horizonte de cara a la siguiente campaña
Muy extraño ha sido tener que ver en uno de los tabloides más relevantes del continente la noticia donde la directiva del FC Barcelona pone al completo de su plantilla en la lista futuribles. La crísis les ha golpeado, y el hecho de estar al corte con la necesidad de incorporar figuras los han llevado a ello. Eso sí, a día de hoy tan solo destacan tres nombres, el de Ter Stegen, Messi y Frenkie de Jong. Ellos no salen.
El mercado apunta a ser atípico y ellos como era de esperarse componen uno de los clubes con más ojos puestos sobre sus actos. Este hecho lo ha propiciado que deben meterse la mano al bolsillo para finiquitar el traspaso de Lautaro Martínez, además de uno que otro deseo del cuerpo técnico en la defensa y el centro del campo. Y como no hay más de donde agarrarse, han decidido tomar lo que tienen al alcance para cumplir con ese fin.
Lo primero es enfrentar los retos, pero con el gobierno vigilando cada movimiento, y el panorama oscuro del control de los traspasos, se han tenido que tomar medida cautelares. De ahí que todos tomen partida, y salgan a contienda con la posibilidad de ser raptados por un club que pague lo que cuestan.
Messi es el líder de la nueva bandada
Salvando las excepciones la noticia no ha caído propiamente bien en el seno del club y de sus medios aliados. Tan solo 3 jugadores se han salvado de estar metidos en la lista, y eso porque se lo han ganado. No hay más qué decir de ello, y de acuerdo a los avances el tema va bastante enserio. Messi como líder lo ha manifestado, y ha asegurado estar comprometido con la causa.
Pero esto puede ser no más que una estrategia, si quiere ir por sus figuras las tienen que pagar, y claramente baratas no son. Una medida cautelar para enfrentar el momento, que le permita poder reunir dinero a causa de los objetivos que se van asomando, como es el caso del punta argentino, y del mediocentro bosnio Miralem Pjanic.
De la dinámica identificada saldrá la resolución de este proceso. En Barcelona no están para dictaminar otras acciones ni mucho menos para dilatar los procesos. Ya vamos viendo de qué manera se van ajustando las cargas, lo cierto es que están desesperados y el comienzo de la actividad sigue dando sus largas.