El conjunto celeste empieza a moverse en el mercado
En enero de 2019 el Celta cerró la cesión de Lucas Olaza procedente de Boca Juniors hasta verano de 2020. En ese momento pocos podían imaginarse de la importancia que iba a tener el lateral uruguayo en el equipo, tanto con los entrenadores que han pasado desde entonces por el club como ahora con un Óscar García que incluso lo ha colocado de central en una línea de tres.
Ha movido por completo a David Juncá de la rotación celeste y a día de hoy parece poco probable ver a un Celta sin la inclusión del uruguayo en el once. De hecho el Celta no tiene ninguna duda de que ejecutará la opción de compra que dispone por el jugador, que está cifrada únicamente en cuatro millones de euros.
Una cifra muy asequible que lo convierte en uno de los grandes chollos del mercado. La gran duda que recae sobre el Celta es si Olaza seguirá en el equipo en caso de descenso a Segunda o si por el contrario el club aprovecharía la subida de valor del jugador para sacar un gran traspaso este verano. De momento como decimos lo que está claro es que se ejecutará esa opción de compra, al igual que los 16 millones por Jeison Murillo y muy probablemente otros 16 millones por Rafinha. En total 36 kilos para cerrar tres continuidades clave.
Riqui Puig se complica
Uno de los talentos más resonantes de los últimos tiempos en el FC Barcelona es sin lugar a dudas Riqui Puig. El mediocentro o interior del equipo culé tiene todo listo para empezar a reclamar un lugar en el plantel principal, aunque como van las cosas al club no le hace mucho eco ese tema. Motivo por el cual se ha abierto a la posibilidad de cambiar de aires por parte de los dueños de sus derechos, y entre sus opciones tienen tanto al Celta de Vigo como al Ajax de Ámsterdam.
Se prevé sea un momento especial para empezar a orquestar su movida al máximo nivel, pero claro, eso está expuesto a muchas variantes, entre ellas las consideraciones de lo que cree o no ideal. Celta de Vigo se muestra como una posibilidad enorme, porque está en primera y porque es un club tradicional que viene pasando por muchos baches de resultados.
Lo de Ajax es igualmente atractivo, equipo que disputa copas internacionales y que siempre está a la puja por conseguir los logros internos. Pero ninguno le quiebra la mano, pretende seguir en Barcelona, al menos así lo han expresado las personas más allegadas al joven jugador de apenas 20 años.