Una nueva postura de reestructuración parecen tomar los monarcas a partir de la siguiente ventana de transferencias
La época dorada del Real Madrid ha llegado a su fin en lo que respecta al trono internacional. Con la cesión de la corona a manos del Liverpool, y la pérdida en el juego de ida ante el Manchester City se va dejando en evidencia que la plantilla gruesa del equipo merengue va llegando a rastras a su recta final. Lo que se deriva en acciones dirigenciales que tienen como fin darle un giro de 180 grados al tema.
Fueron 4 títulos en 5 años, y fueron bastas presentaciones a nivel top en todas las canchas del mundo. Bajo el mando de Ancelotti y bajo el mando de Zidane, la máquina de Modric, Kroos, Ramos, Marcelo, Varane, Bale y Crsitiano no tenía oponente. Ahora las cosas pintan diferente, y es ahí donde las acciones en respuesta se han dejado caer.
La nueva sangre del merengue cuesta una pasta
Así las cosas se ha empezado por decantar el plan de inversión. La obligación es constante y en ese sentido deben aparecer los músculos financieros de una institución habituada al éxito. Kylian Mbappé es el primero en hacer gala de su talento, pero se sabe que para obtenerlo hace falta mucho más que convencerle, hace falta un saco lleno de euros bajo el brazo.
Entrando en detalles aplica para la columna vertebral, y eso lleva un plan arduo y complejo. En donde además salen a la palestra otros nombres de mucha envergadura, con estatus en el continente, y con un futuro por delante. Eso sí, no todo componente viaja en el terreno de las concreciones de mercado, algunas ya están y solo necesitan un ajuste.
Hazard el llamado al corte por Zidane
Con ya todo prácticamente definido, y entendiendo que para el centro de la cancha deberán hacer enormes esfuerzos en el caso de Eduardo Camavinga, Florentino Pérez hace un llamado al líder deportivo. A Zidane le ha pedido manejar mejor el tema Hazard, que por la temporada que viene y otras más, será el delegado para mover los hilos.
Le han creído demasiado a lo que tiene que ver con su inversión, y con las bondades futbolísticas que posee. El belga está a la espera del llamado, y se siente preparado para asumir el reto. Solo hace falta la mención y el momento de demostrarlo en el campo. Vaya que ha llegado el cambio de chip, en la capital lo dan todo, la temporada que viene será decisiva.