Al fin se ha podido confirmar un hecho que hasta el momento se encontraba en secreto
El Hormiguero es uno de los programas más populares y vistos en la televisión española, con grandes números en cuanto a audiencia se trata y el cual es presentado por Pablo Motos, además de unas hormigas marioneta colaboradoras, llamadas Trancas y Barrancas. Este talk show tiene un enfoque hacia el humor, entrevistas, experimentos y magia.
Su estreno fue el 24 de septiembre de 2016, primero para la cadena Cuatro, teniendo varias temporadas hasta 2011, luego pasó a Antena 3 desde septiembre de ese año y a partir de allí la audiencia ha tenido un crecimiento importante. En 2017 logró el techo de audiencia con la visita de Isabel Pantoja, superando los 4,7 millones de espectadores.
El gran lío que se armó en el programa durante la cuarentena fue por cuenta de Pablo Motos
Actualmente, El Hormiguero acumula 14 temporadas, distribuidas en 2.180 episodios, llenos de momentos memorables, invitados de lujo y sobretodo el carisma tanto de Pablo Motos, como de sus hormigas colaboradoras, Trancas y Barrancas, quienes con algunas situaciones suelen hacer reír al presentador, aunque a veces también le sacan de quicio.
Durante la situación de pandemia por cuenta del coronavirus, El Hormiguero fue de los pocos programas que siguió emitiendo sus episodios con normalidad durante la cuarentena, en el horario habitual y aunque no tuvo público, siguió con su ya popular formato. Esto habría sido una decisión netamente de Pablo Motos, pero que causó algún malestar.
Muchos de los colaboradores mostraron inconformismo con una decisión del presentador
Este malestar fue más exactamente de los trabajadores de El Hormiguero hacia Pablo Motos, ya que el presentador tomó la decisión de que se siguiera grabando todo de manera normal. Después de la primera semana de confinamiento, varios volvieron al trabajo con algo de miedo, con mal rollo y caras largas en el plató.
También, Motos aseguró que varios de los colaboradores se molestaron muchísimo con sus parejas, ya que éstas no entendían el por qué tenían que seguir trabajando en medio de una cosa que estaba acabando con la vida de la gente. Los trabajadores pensaban en sus familias, en sus hijos sobretodo. Muchos incluso, pensaron que Pablo se había vuelto loco, a lo que el presentador respondió con el argumento de la esperanza, que si la audiencia veía normalidad en El Hormiguero es porque la situación no es tan grave y saldrían pronto de ello.