Los grandes protagonistas de la ficción han tenido que pasar por todo tipo de acontecimientos que han provocado que la amistad entre ambos se resquebraje
Vikingos se ha convertido en una más que digna sucesora de Juego de Tronos. La serie de HBO es una de las series más exitosas a nivel internacional, pero su popularidad no podría entenderse sin Ragnar Lothbrok y su gran amigo Floki. Sin embargo, las cosas no siempre fueron fáciles para ambos.
Desde el primer momento, Floki siempre fue la mano derecha de Ragnar. Ambos siempre estaban apoyando al otro, pero con el transcurso de la serie la relación entre ambos se fue resquebrajando debido a diferentes sucesos que tuvieron lugar en Vikingos. Finalmente, ambos no tuvieron otra que distanciar sus caminos.
El asesinato de Athelstan, clave
A pesar de que Ragnar y Floki eran inseparables y nada alteraba su relación, la presencia de Athelstan sí que supuso un duro revés para ambos. Desde el primer momento, Floki estuvo celoso de Athelstan, quien progresivamente fue ganándose la confianza de Ragnar. Y esos celos acabaron sentenciando a Floki.
Floki decide ir a casa de Athelstan y lo asesina mientras este se encuentra rezando. En un primer momento, su crimen no tiene consecuencias, pero, aprovechando el mal estado de Ragnar, acaban condenando a Floki. Tras su recuperación, Ragnar no tiene otra que volver a castigar a Floki por el acto realizado.
El castigo a Floki y la muerte de su hija
Para castigarlo, Ragnar decide encerrarlo en una cueva totalmente inmovilizado. Durante su etapa encarcelado, Floki tiene que aguantar gotas de agua que caen sobre su cabeza de forma constante. Finalmente, tras un largo periodo de tiempo, Ragnar decide acabar con su castigo. Pero aún quedaba algo más para Floki.
Tras salir de la tortura, Floki recibe una terrible noticia. Su hija Angrboda falleció a causa de la fiebre y Ragnar se ocupó de enterrarla. A pesar de que Floki nunca actuó como padre, sintió mucho la muerte de su hija y supuso un golpe definitivo a su relación con Ragnar, la cual ya nunca volvería a ser la misma.