Las sensaciones no son nada optimistas con los casos de rebrotes en clara ascensión y las medidas que en la sombra están tomando las principales autoridades
Desde que el pasado 21 de junio se levantara el Estado de alarma en España, la autoridad de gestión de cada territorio recayó sobre las diferentes Comunidades Autónomas. En ese momento tanto Pedro Sánchez como Fernando Simón o el ministro Salvador Illa dejaron de estar constantemente en los focos y se vendió que todo iba a mejor.
Ahora, cuando casi han pasado dos meses desde entonces, las cifras de rebrotes van en aumento, los contagios y las víctimas por coronavirus vuelven a presentar números alarmantes, pero seguimos en una falsa aparente normalidad.
De hecho, la opinión pública se ha centrado casi más en las peripecias de La Casa Real, tras los escándalos del rey emérito Juan Carlos I y su exilio a los Emiratos Árabes Unidos. Y de los políticos pocos hemos podido saber, ya que se han tomado sus vacaciones como cualquier mes de agosto.
Pero es evidentemente que no estamos ante un año cualquiera. De hecho ya se han tenido que confinar a los habitantes de Aranda de Duerdo, en Castilla y León, y se ha vuelto a fase 1 en zonas de Huesca o Lleida. Por eso la sensación es de mucha preocupación.
Por si fuera poco, se ha sabido que el Gobierno de España, con Pedro Sánchez a la cabeza, han realizado compra de material sanitario para luchar contra el coronavirus al menos para dos años. Lo que ha disparado la rumorología.
Porque aunque el Gobierno Sánchez habla poco, la realidad invita a pensar en que si se compra material para dos años, la información que tienen las autoridades es devastadora. Porque si estuviese cerca una posible vacuna no sería necesario tanto dispendio.