Comienza septiembre y es inevitable analizar un poco cómo se presenta el programa de La Sexta
Ya es 1 de septiembre y aunque no sea este 2020 un año que siga el curso habitual de las cosas, sí que al menos se intenta recuperar la normalidad. Por ello las televisiones van perfilando la nueva temporada, con caras nuevas y novedades. Llegados a este punto nos detendremos en Al rojo vivo de Ferreras. Porque la política de fichajes en ese programa es muy peculiar.
La fama de Ferreras, en cuanto a línea editorial queda clarísima. Al menos cuando se analiza cosas del Gobierno de España, del Partido Popular, de VOX o de Unidas Podemos, queda bastante claro. Ferreras se considera progresista y así se defiende.
Amistades muy poderosas
Sin embargo es evidente que sus amistades no son precisamente de ese círculo de izquierdas como se podría presumir. Porque Ferreras está íntimamente relacionado con personas muy poderosas en España y de ahí se nutren sus fichajes en Al rojo vivo.
Uno de sus mejores amigos es Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y uno de los empresarios más ricos de España. De ahí se nutren los tertulianos de Al rojo vivo, ya que fichajes como Eduardo Inda o Paco Marhuenda son justo lo opuesto a lo que se dice de Ferreras.
El poder decide los fichajes
Al final todo tiene su origen en el poder. Son periodistas de bufanda que ríen las gracias a los poderosos y gracias a ellos se enriquecen también. Es decir, que todo lo que pregona el matrimonio Ferreras – Pastor en La Sexta al final parece de cara a la galería.
Y en esta nueva temporada que comienza este mes, Al rojo vivo seguirá disimulando, con Ferreras en plan radical de izquierdas, pero rodeado de tertulianos muy pero que muy de derechas. Así está montado el circo de Al rojo vivo.