La propuesta de extensión del contrato está puesta sobre su mesa en este instante
Al Valencia CF le han pasado cosas muy complejas de digerir en los últimos meses. A su déficit financiero se le suma el hecho de haber quedado fuera de toda competencia europea, y a la migración obligada por Peter Lim y su equipo de trabajo. Pues bien, en ese contexto hay jugadores que aún se resisten y dejan todo a libertad, como es el caso de José Luis Gayá, el capitán y líder de la defensa che.
Su presencia en Mestala está garantizada, al menos desde el punto de vista legal. Les une un vínculo por los siguientes tres años, con una cláusula liberadora que todavía no se ha emitido. Sin embargo, el tema pasa porque según se ha conocido, el jugador habría dejado en el ambiente el hecho de dar por culminado este paso, una vez este documento expire.
Una luz de esperanza para el colchonero en el ambiente desata la especulación masiva
Con 25 años, Gayá es uno d e los mejores laterales de este país. En el escenario naranjero ha brindado una vida al servicio del club que ahora ve en sus etapas finales. No piensa abandonar el barco, y espera poder respetar el contrato, pero se hace el de los oídos sordos ante la chance que en las últimas semanas ha nacido de poder extenderlo y mejorar sus ganancias anuales.
El club le ha expuesto la chance de ir más allá de 2023, y de subir los 2,8 millones de euros que gana por temporada, hasta ponerlo en la cúspide. Eso si el Atlético lo permite, ya que se sabe estaba pujando porque eso no pasase. Una última información detalla todo, y decreta que los colchoneros están especialmente interesados en él tras lo que ha sido la floja presencia de Renán Lodi en sus filas.
Oro en un mar de lodo, Simeone no quita la vista de su nuevo objetivo
El momento no es especialmente bueno, de hecho la crísis financiera les ha hecho motivar a la gran mayoría a fijarse en piezas de baja influencia con tal de ir de frente con sus objetivos. Simeone es un convencido de que de esta manera puede salir a flote, y que este tipo de jugadores se apegan a la realidad que pretende impregnar en su juego. Experiencia, calidad y mucho aguante para superar la embestida de un contexto complejo y una afición exigente.
Solo resta esperar cuál es la respuesta del club, de que manera van a reaccionar a eso, y cómo van a visualizar una eventual pérdida. Lo cierto de todo es que va a hacer falta una buena suma de dinero, que soporte la influencia del jugador, y que vaya de la mano con los planes de re inversión del cuadro que vende. Se analiza una lucha interesante, se viene un nuevo capítulo en el campo de batalla.