Fue pillado opinando sobre un tema ajeno al desempeño de la actividad y ha sido acribillado por los medios
Real Madrid ha acusado una nueva y dolorosa situación en su desempeño el día de ayer ante el Borussia Mönchengladbach por la segunda jornada de la UEFA Champions League. El partido, que ha acabado con empate a dos, ha sido la muestra más lapidaria del extraño momento que viven los de Zinedine Zidane que pese a haber ganado el clásico han caído de vuelta a la realidad. El capitán del Real Madrid lo afirma, y lo deja todo en un telón de dudas.
Y siguiendo esa línea, si se tiene que revisar un tema, sin duda será el que ha protagonizado el central de Camas, el capitán de la escuadra merengue. En el calentamiento previo a la entrada en acción, se le ha visto hablando de más en temas externos. Concretamente ha criticado la indumentaria de entrenamiento, afirmando que al diseñador de Adidas había que echarlo.
Una muestra clara de repudio en esa guerra deportiva que sostienen con los alemanes la ha dado el capitán del Real Madrid
Las palabras usadas por el líder del equipo merengue “Hay que echarlo. Los colores y los cuellos de cura, no veas”, han sido tomadas por un sector como una burla. Adidas lleva ya varios años vistiendo al cuadro de la capital, con un contrato que involucra demasiados millones de euros a su lado. Un tema que no puede ser pasado por alto, en ninguna de sus instancias.
Evidentemente Sergio Ramos no pasa por alto un solo detalle. El defensor fiel a su estilo ha estado duro con la integración de estas marcas al que considera es el equipo de sus amores. No va evita ser crudo y picante a la vez. Incluso si sabe que las cámaras le están siguiendo en cada instante desde que se sepa que va a actuar en el compromiso.
El clásico no ha servido para demostrar evolución en su juego
Previo al choque existía un claro empuje anímico que incitaba a la vuelta en el marcador. La derrota ante los ucranianos había sido superada con el triunfo a domicilio en Barcelona, ante los culés en el clásico mundial por 1-3. Pero de vuelta a la realidad, la presión, el ritmo y la dinámica de los germanos les hundió, tanto así que a falta de tres minutos para terminar el compromiso el resultado era 2-0.
Solo el estirpe de crack que tiene Karim Benzema les despertó del letargo, que 6 minutos más tarde rubricó Casemiro alcanzando el gol del empate. No fue suficiente, con la división de puntos se mantienen últimos, eliminados de toda competencia y dejando una pálida imagen ante el mundo muy compleja de borrar.