El dos veces MVP de la NBA ha pedido a su franquicia a una estrella de verdad para ser candidatos serios al anillo
Giannis Antetokounmpo es uno de los jugadores más dominantes de la NBA, tal y como demuestran sus dos MVPs consecutivos con los Milwaukee Bucks. Sin embargo, las estadísticas solas no ganan campeonatos, por lo que ha pedido el fichaje de una tercera estrella para convertirse en firmes candidatos al anillo.
Y es que, en las últimas temporadas, los Milwaukee Bucks han fracasado en playoffs, con un pobre rendimiento de su estrella. Una estrella que está acompañada por Khris Middleton y por Jrue Holiday, dos jugadores muy bien valorados en la liga. Sin embargo, ninguno de los dos está entre los 10 mejores de la NBA.
Giannis Antetokounmpo, con el anillo entre ceja y ceja
A pesar de que ambos jugadores son dos grandes escuderos para que pueda desarrollar su juego, aún quiere más. Más aún después del fracaso que supuso no cerrar un acuerdo por Bogdanovic en el mercado de traspasos. Algo que pudo provocar la no renovación de la estrella griega por su franquicia.
No obstante, finalmente lograron convencerlo para firmar el mayor contrato en la historia de la NBA. Para ello, tuvieron que prometerle un equipo ganador que se amolde a sus necesidades. Es por eso que ha pedido a una nueva estrella, que deslumbró la pasada campaña y que está haciendo lo mismo en este arranque de temporada.
Bradley Beal y Giannis Antetokounmpo, el gran sueño de los Milwaukee Bucks
El jugador en cuestión en el que se han fijado los Bucks es en Bradley Beal, escolta de los Washington Wizards. Bradley está cosechando grandes números en este inicio de temporada, promediando 35 puntos, 5 rebotes y 4,6 asistencias. Unos números que, de mantenerse, lo convierten en serio candidato al MVP.
Sin embargo, su equipo no acompaña. Es por eso que Giannis Antetokounmpo y los Milwaukee Bucks planean ofrecerle un proyecto ganador para convencer al jugador. Eso sí, para ello tendrán que renunciar a una de sus piezas más valiosas, Khris Middleton, quien ha demostrado ser el complemento perfecto, pero no un líder cuando el griego no está en cancha.