La afición sueña con esta opción que nace a partir de algunas exigencias lanzadas por el nuevo cuerpo técnico
Aymeric Laporte fue una de las grandes ventas concretadas por el Athletic de Bilbao en el último tiempo. El francés salió rumbo a ciudad de Manchester previo pago de 80 millones de euros concretado por el club que orienta Pep Guardiola. Desde su salida ha sido complejo hallar una pareja de centrales con técnica, salida y gran posicionamiento, lo que deja preocupado a Marcelino que hoy sueña con su regreso.
Y es que una corriente informativa en Inglaterra da fe de ello. El zaguero de 26 años parece no contra con la confianza del entrenador español y ese sería el principal argumento de dicho planteamiento. Cansado de esperar en segunda base el galo se siente motivado a afrontar su salida, entendiendo que al menos desde la legalidad esta no sea una decisión definitiva.
Con la opción de Laporte el Athletic de Bilbao empieza a construir la idea Marcelino con mayores argumentos
Todo esto nace como un principio básico ante la posibilidad de perder a Íñigo Martínez, una de las debilidades del Real Madrid si es que finalmente pierden a Sergio Ramos. Los merengues están acelerando este hecho y se están dedicando a fortalecer una idea que de no salir como se tiene pensado también podría perder a Zinedine Zidane, su alto mando a la cabeza.
Pero este tema se debe tratar con pinzas, está muy claro que acá existe algo muy llamativo y que recubre este fin como no podía ser de otro modo, y es el tema financiero. Laporte es un jugador valioso y el Manchester City no está en la tarea de liberarles así como así. Lo que deja como resultado una sola salida y es formalizar una cesión sin opción.
Fuera de competencia en la actualidad se busca una manera simple de encontrarle rodaje a una de las perlas de la entidad citadina
La llegada de Ake, sumada a la de Rubén Días le han dejado un panorama bastante sombrío al francés. La rotación ya ni siquiera es parte de su carpeta de opciones y queda todo supeditado a lo que es una eventualidad. Incluso la recuperación de John Stones le ha quitado peso en ese efecto, y con Fernandinho como otra de las fichas claves para este sentido.
Vaya momento, y con Azpilicueta en el ambiente sonando de igual forma el tema se va haciendo cada vez más divertido. Los jefes de la entidad vasca buscan maneras simples de ver efecto, de hallar incidencia y de completar sus voraces proyecciones para ser lo más competitivos posibles. De por sí esta era Marcelino ha llegado recargada, son muchos matices los que le recubren y los que dan fe de este impulso.