La idea marcada en la entidad che es componer una plantilla generosa sin invertir un solo euro en verano
Con una complicada situación económica merodeando su estructura, el Valencia CF ha dedicado sendos esfuerzos en tratar de localizar objetivos sin valor sobre todo en el Betis. La entidad verdiblanca posee futbolistas que están rindiendo a un gran nivel y que en este momento no tienen definida su situación contractual a nada del comienzo del mercado.
Uno de ellos es Aïssa Mandi, el defensor central africano que es titular inamovible para Manuel Pellegrini. Como se sabe termina su contrato en junio y eso llevaría a muchos clubes a estar muy pendientes de cada movimiento en su lugar. Liverpool, Inter de Milán y ahora Valencia son el claro ejemplo, enfocado en un futbolista que ha hecho las cosas bastante bien y espera mejorar sus prestaciones a futuro.
La nueva dinámica de contrataciones del Valencia toca al Betis en un momento crucial
Sin dinero para atacar, y sin un amplio margen para idear cada acción, el Valencia ha tenido que recurrir a las nuevas visualizaciones corporativas lideradas por Peter Lim. Fichar jugadores sin coste, que más allá de cualquier otra consideración tenga en su margen el hecho de poder componer una plantilla diezmada es un fin común que tiene bastante efecto.
Mandi quedará libre y es cierto que han buscado extenderlo, aunque de momento no hay argumentos para darlo por hecho. Valencia en su lugar se ha querido adelantar y le ha prometido no solo titularidad, sino el abono de una ficha interesante. En lo deportivo hay dudas, las dudas generadas por un camino de lodo recorrido por la dirigencia actual.
Sin proyecto se derrumban las opciones, a Valencia le hace falta mucho aún para inclinar la balanza
Pero desde este punto se debe hacer un alto en el camino. Aïssa Mandi ha sido enfático en admitir que lo primero que va a entrar a estudiar ha de ser el proyecto. Es importante para él que le garanticen estabilidad en un equipo que pelee por cosas grandes y que se pueda mantener en la élite. Punto negativo para el Valencia, que sigue trasegando en las dudas generadas por el miedo directivo de Peter Lim y su economía devastada.
A sus 29 años espera caer en un sitio con garantías, con un grupo armado y que tenga cohesión. Una dura respuesta que no obstante no ha sido sentenciada. Todavía se manejan las alternativas y se espera que con el nombramiento de un cuerpo técnico de re nombre todo esto se pueda transformar en confiabilidad.