Sigue la ola especulativa en el seno defensivo verdiblanco, esta vez con un zaguero residente en Italia
Vuelta a escena luego del rechazo del defensor paraguayo Balbuena, el Real Betis Balompié ha tenido que diversificar su mirada, y afinar los sentidos para evitar caer de nuevo en la trampa. Es sabido por todos que necesitan un defensor de altas prestaciones, que les permita soñar en grande, y que se posicione en la ruta que ellos pretenden.
De manera que la labor de la dirección deportiva está siendo estirada, al punto de haber ubicado un nuevo objetivo, y es Nikola Maksimovic. El serbio del Nápoles es una figura de la zona con altos niveles de rendimiento. Aunque esta temporada anterior no actuó como se esperaba, si se conoce de lejos su capacidad, su entereza y su diversidad para asumir retos.
Eliminada la opción Balbuena en Betis, libre queda el hecho de acercar un jugador de la experiencia y calidad de Maksimovic
A sus 29 años este balcánico ha hecho una tremenda carrera en el fútbol de la élite. De hecho es un jugador que está siendo altamente consultado desde varias competencias como una posibilidad a las salidas y recomposiciones defensivas de algunos grandes. En España el Sevilla lo ha metido en esa idea, y ahora los de Pellegrini por voz directa de su entrenador y Antonio Cordón.
De poder concretar se llevan un defensor de 1,93 cm de estatura, que viene de jugar 17 partidos en todas las competencias, con 1205 minutos sobre el campo y destellos de calidad. Es un zaguero aguerrido, fuerte por arriba, intenso en su marca, polivalente, y muy aplicado tácticamente. Su contrato está finalizando, de manera que negociar una salida beneficiosa es ahora una posibilidad real.
Todas las posibilidades se han caído antes de ser concretadas con ofertas en firme
No obstante, que el tema Maksimovic haya llegado no quiere decir que es el único. En el pasado reciente el club de las trece barras ya había pujado fuerte por Luiz Felipe, pero al parecer nada de lo expuesto ha convencido a los jefes de la Lazio. Eso ha generado incertidumbre y dudas al interior, entendiendo que el poder adquisitivo es reducido y la obligación es permanente.
Maksimovic por su parte no exige demasiado, un contrato al menos a dos temporadas y un salario asumible. Es un futbolista que quiere regresar a escena, quiere volver a selección y seguir la estela que llevaba hace un tiempo. Busca continuidad, confianza y quiere ser importante para un proyecto. El ingeniero le ofrece todo, y lo mejor de todo es un cupo directo en la plantilla inicialista al haberse confirmado la salida de Aissa Mandi.