Las conexiones están prestadas para darse, lo que aún es una incógnita es la respuesta del jugador ante la oferta
Vuelve a estar en la zona de candela el extremo del Sevilla Munir El Haddadi, al parecer en esta ocasión ante una presión del Alavés, que le busca desesperadamente como solución a sus problemas. El ex del FC Barcelona se ha mostrado apático ante este hecho, y ha llevado la discusión a terrenos un tanto enlodados.
Sus razones parten del enfoque profesional que lleva. Es decir, quiere seguir jugando en un equipo con aspiraciones y no quedarse en temas abstractos como mantener una categoría. Vaya respuesta, pero es claro, Alavés le necesita y ahora con las declaraciones de Lopetegui parece que no es una decisión muy coherente.
Sevilla abre la puerta, Alavés está dispuesto y Munir sigue siendo el problema mayor
Su contrato dice que aún le restan dos temporadas en el Sánchez Pizjuán, pero aunque el club quiera darle salida para poder usar su espacio en la plantilla, el jugador no está muy dispuesto a aceptarlo. Quiere seguir, quiere luchar y aunque la ilusión es corta, no desiste y se mantiene en su posición. Lopetegui necesita ingresar a un extremo más, que en este caso apunta a ser Jesús el Tecatito Corona.
Como sea la oferta ya ha sido colgada y está a la espera de una resolución. No jugar sería mucho peor que ir a parar va un equipo de media tabla y es ahí donde la presencia de todos los actores insertados en este hecho están justificando. Eso sí, a sus 25 años es más de lo mismo, pues lleva desde que saliera justamente de allí (Alavés) sin poder mojar una buena temporada.
Los jefes del Alavés no desisten y amplían el margen ofreciendo un cupo de titular
En la temporada 2017-2018 fue lo mejor que se le ha visto a Munir en la historia. En esa temporada, cedido por el FC Barcelona anotó 10 tantos, y se ganó el cariño de la gente en Mendizorroza. El agente del jugador está trabajando en la postulación de sus condiciones, aunque se dice le han ofrecido titularidad.
Suficiente parece, pero al fin y al cabo ajustado a lo que el medio impone. El jugador no quiere, pero hay que ver la presión qué logra conseguir. Son muchos intereses de por medio los que ejercen fuerza, y los que de una u otra manera están inclinados a irse por esa vía.