A falta de opciones una muy viable que garantiza a Emery seguir manejando el planteamiento habitual sin problemas
Una de las armas más filosas con las que cuenta Unai Emery en este momento dentro del Villarreal CF es Arnaut Danjuma. El extremo neerlandés viene destacando por sus méritos propios y ha llamado la atención de varios pretendientes que han hecho insostenible el hecho de poderlo mantener por más tiempo.
Por ese motivo es que ha nacido la idea de diversificar sus miradas y centrarse definitivamente en la revisión de alternativas para evitar perder compostura en su zona. La directiva ya traza un plan estratégico que pone sus ojos en Pablo Sarabia, el mediocampista del PSG que juega ahora mismo cedido en el Sporting de Lisboa.
Danjuma va a salir casi con seguridad del Villarreal y Sarabia es para los ojos críticos de Unai Emery el jugador perfecto para esa posición
El club busca permear su parte financiera sobre cualquier cosa. La venta de Danjuma si bien va a dejar un buen margen de ganancias, no ciega a sus máximos dirigentes y les ha puesto la tarea inmediata de ubicar talento en esa zona. Pablo Sarabia es un jugador ideal, que además tiene los días contados en Francia.
De hecho ha tenido que irse a Portugal para poder figurar. La alta suma de estrellas y la incompatibilidad con Pochettino acabaron decidiendo el destino del mediocampista que también hace parte del grupo de confianza que tiene Luis Enrique con la selección mayor de España.
Acercar posturas y definir el valor a pagar es el siguiente reto de los jefes del submarino amarillo
Lo positivo de todo esto es que Sarabia llega en un momento estelar a este manto de especulaciones. Es la estrella de los lusos y factor diferencial no solo en la competencia interna sino también en la Champions. Su salida del PSG es casi un hecho, y sin resistencia solo resta por definir los pormenores de esta operación.
Se habla de un valor al rededor de unos 15 millones de euros, perfectamente abarcables si es que logran sacar algo más de 60 por la venta del neerlandés. Todo está dicho y Unai Emery ya se lo ha hecho saber a sus directivos, que una vez acabe la temporada deberán ejecutar sus maniobras para evitar perder compostura en el equipo principal.