La más pija de la comunidad tendrá muy complicado adaptarse al medio rural
Sin duda alguna que parte del gran éxito de La que se avecina no se entendería sin la pareja que forman Amador Rivas y Maite Figueroa. Una pareja que volverá a vivir grandes momentos en la nueva temporada, que viene con cambios importantes que pueden generar conflictos entre ellos.
Porque la nueva entrega traerá grandes cambios. Unos cambios que cambiarán por completo la vida de los protagonistas, puesto que Mirador de Montepinar ha sido expropiado y buscan una nueva comunidad de vecinos. Una nueva comunidad que será clave para el futuro de la serie, pues de ella dependerán muchas de las historias.
Amador Rivas vuelve al pueblo
Después de meses de rumores, la idea que se ha impuesto es la de grabar la nueva temporada de La que se avecina en un pueblo. Una alternativa que cambiará por completo a los protagonistas, que dejarán de lado la vida de la ciudad para adaptarse a la nueva ubicación.
Asimismo, la nueva comunidad tiene claras ventajas para los productores. Y es que quieren realizar más crossover con la serie El Pueblo. Algo que ya han realizado en la última temporada, consiguiendo un gran éxito entre los seguidores de ambas series, quienes ahora podrán disfrutar con más frecuencia de esta situación.
La vida rural atormenta a Maite Figueroa
Uno de los pocos vecinos de La que se avecina acostumbrados a la vida en un pueblo es Amador Rivas. Hay que recordar que el personaje interpretado por Pablo Chiapella ya conoce esta vida, pues antes de mudarse con la Cuqui vivía en un pueblo junto a su familia.
Esta situación será muy beneficiosa para Amador Rivas en La que se avecina, pues tiene muchas tramas abiertas en el pueblo. Ahora, siendo uno de los pocos que llegará adaptado a su nueva vida, intentará recuperar a la madre de sus hijos, quien es todo lo contrario a él, pues es una mujer de ciudad.