El manifiesto responde a la idea que tienen de seguir en el club siempre y cuando se acepten ciertas condiciones
Moussa Sissoko, agente de Ousmane Dembélé y encargado del manejo de la extensión o renovación del contrato entre el extremo y el club catalán ha dejado en claro su postura de molestia en las últimas apariciones ante los medios. Y es que como era de esperarse, su inclinación no tiene vuelta atrás, la misma que desde Cataluña no quieren seguir.
Si el FC Barcelona no pretende acceder a las exigencias económicas que han solicitado, sencillamente van a dar un paso al costado. Es la única manera, teniendo en cuenta que el jugador viene siendo decisivo en los esquemas de Xavi, y que tiene a la mano ahora mismo un ofrecimiento que satisface sus intereses.
Dependerá del FC Barcelona hacer que Dembélé continúe o no ha dicho su agente en la última aparición
A estas alturas de la temporada debieron recibir ya la respuesta, pero no es así. Ni Dembélé ha sido citado, ni Moussa Sissoko ante las directivas. Joan Laporta quiere manejar la situación de una manera aislada, controlando el mercado a su antojo y pretendiendo incluir una rebaja salarial muy importante.
Xavi por su parte le ha pedido gestión en el caso. Ha solicitado que manejen su continuidad y que permeen la idea que tiene del equipo en el proyecto en sí. Considera que las cualidades del mosquito son fundamentales y ahora mucho más que parece haber dejado el lastre de las lesiones a un lado.
Un rival incómodo está haciendo las cosas aún mucho más complicadas
Por otra parte, el Chelsea sigue asomándose como la mejor de las alternativas. Ya ha soltado su ofrecimiento e igualando sus ambiciosas peticiones en el campo salarial, todo hace indicar que ese será su nuevo destino. Salvo contraoferta culé ese es el destino, y el jugador ya ha sido advertido.
A favor juega en el campeón del mundo actual el hecho que sea Thomas Tuchel el entrenador, el mismo que confió en sus capacidades en su momento dentro del Borussia Dortmund, y que ha sido el impulsor de una carrera que aún tiene mucho por dar. Veremos en qué condiciones taza la directiva catalana el hecho y si finalmente deciden cambiar de opinión.