Uno de los comensales más exigentes y complicados visitó el dating show
Fueron varios los televidentes que coincidieron en que David le quedaba más fácil pedir 3 deseos a un genio de la lampara que conseguir a alguien compatible en First Dates, así lo pensó Lidia Torrent. Nuestra camarera favorita fue la anfitriona hoy para recibir a un par de comensales que venían al restaurante a encontrar el amor.
El primero en llegar fue precisamente David, un chico que confiesa que sus amigos le dicen “el Grinch” del grupo, y el cual nunca ha estado en una relación duradera. La presentadora lo vio y le cuestionó el porqué si es muy bien parecido, pero este a continuación le explicó los motivos que dieron la razón.
David le manifiesta sus exigencia a Lidia para conseguir la pareja perfecta en First Dates
El malagueño ha empezado a argumentar y describir a su prospecto de hombre, y es aquí donde ha venido lo insólito. ” Quiero una persona decidida, con visión de futuro. Que sea cariñoso pero que no se agobiante. Una persona que me atrape y luego que sienta que me tiene en sus manos. Que sean más altos que yo, que sean morenos, que tengan barba” sentenciaba David.
En ese momento ha llegado Daniel, y el primer vistazo de David no ha presagiado nada bueno, ya que el gaditano no cumplía con los requisitos físicos. Sin embargo, el malagueño le dio la oportunidad de cenar y saber si en la charla tenían algo en común y si su química fluía con bastante fuerza.
Lo único que le gustó a David en First Dates fue la comida
La cita no mejoró en la mesa y a pesar de que compartían algunas cosas, no hubo la suficiente química para firmar una segunda velada. Eso sí, se divirtieron con algunos chistes y coincidieron en que podrían salir en una próxima ocasión pero solo como amigos, ya que el amor no surgió entre los dos.
Otra de las cosas que destacó David, fue la comida que sirvieron en el restaurante de Cuatro, que por cierto no es la primera vez que la enaltecen. De esta manera se terminó la cita sin éxito pero sin con un recuero grato para ambos. Antes de despedirse, Lidia Torrent le comentó al malagueño. “Por eso no has tenido pareja, me estás haciendo la carta a los Reyes Magos”.
Pues en la cita de Tomás y Lola tampoco hubo química
Hoy en First Dates el turno volvió a ser para nuestros comensales más veteranos, en esta ocasión Tomás y Lola. La cita fue buena para un lado y aburrida para el otro. Sin embargo, no hay duda que la velada les sirvió para exponer algunas visiones y conceptos acerca de la vida, que compartieron mutuamente.
El primero en llegar fue nuestro comensal de 79 años, el cual se califica como un “antimedicinas“. El sevillano afirma que los medicamentos en general son placebos que no sirven para nada. Pero eso si, cree en las cirugias puesto que son prácticas reales que si influyen en la salud de una persona dependiendo de su dolencia.
Lola no se sintió atraída en su cita de First Dates
Luego de un momento, en las puertas del restaurante de Cuatro se vio entrar a Lola, una mujer oriunda de Barcelona cuya edad no la aparenta. Fácilmente podría decir que tiene 73 años pero lo cierto es que tiene 83. Físicamente no le gustó su cita, y en las conversaciones no mejoró la cosa. Tomás intentaba decirle porqué es un “antimedicinas”, pero las historias no lograban llamar la atención de ella.
Tomás le comentaba a su cita que le diagnosticaron un problema cardiaco, y que raíz de ello le formularon unas pastillas. Aunque se trata de una enfermedad bastante seria, el sevillano afirma que no se toma los medicamentos porque cree que no le ayudan en nada. “No me tomo la medicina por la sencilla razón que no creo en estas historias de las medicaciones” sentenció el comensal.
¡No y no! la respuesta de Lola en su decisión final de First Dates
Lejos de prestar atención, Lola escuchó la historia de Tomás, y de lo poco que entendió es que si a alguien que va a una consulta médica le recetan medicamentos, lo lógico es tomarlos. “Yo me callo, porque cada uno puede hacer lo que quiera. Pero si yo voy al médico y me manda unas medicinas, yo me las tomo. Si no, ¿para qué voy al médico?” dijo Lola.
Lo cierto es que dicha opinión no sentó bien para el comensal sevillano, que también se inclinaba en no tener una segunda cita con la catalana. Sin embargo, este comentó que podían volver a salir como amigos, pero Lola declinó también dicha opción. “Es como si estuviera comiendo con mi abuelo. Mi abuelo está mejor que él, perdóname” comentó la barcelonesa.