La excesiva cautela del concursante sevillano rearma a Orestes en una nueva tarde agónica entre los dos contrincantes más igualados de los últimos tiempos ¿quién se va a la Silla Azul?
Veníamos diciendo en los últimos días que Rafa Castaño ha recibido muchas críticas por ser cobarde en Pasapalabra. No arriesga bajo ningún concepto, consciente de que Orestes sí que lo hace cuando le quedan pocas palabras para acertar El Rosco. Una estrategia, la de Rafa, que a veces acaba con sus aspiraciones.
Porque Rafa Castaño comienza a ser criticado en redes sociales por su sistema defensivo para aferrarse a Pasapalabra. El sevillano se ha dado cuenta que no hace falta arriesgar en exceso para dominar a su rival. Un Orestes que sí que intenta arriesgarse porque su objetivo, al fin y al cabo, es ganar El Rosco final.
Rafa Castaño víctima de su plan conservador en Pasapalabra
De esta forma, como han hecho concursantes legendarios de Pasapalabra, el sistema de Rafa Castaño se basa en tener paciencia y no responder a aquellas palabras que no tenga la certeza de saber la respuesta. El truco está en esperar a que sea Orestes el que se arriesgue y termine fallando.
Sin embargo, este plan puede caer en saco roto cuando suceden situaciones como la vivida este jueves. Rafa Castaño arrancó muy bien y se colocó rápidamente con 22 aciertos sin fallo en El Rosco final de Pasapalabra. A partir de ahí, con las 3 que faltaban, decidió esperar y no arriesgarse más.
Rafa Castaño condenado a la Silla Azul
Orestes, que había fallado una, decidió ir a por todas y en un arreón final, logró llegar a 23 aciertos, con un fallo, lo que obligaba a Rafa a acertar una para ganar el programa. Con poco tiempo en su poder, tras haber pasado su turno en varias ocasiones, el sevillano acabó errando y sucumbiendo ante Orestes. “Es lo que me temía que pudiera pasar”, se explicó el sevillano.
Ahora, este viernes, Rafa Castaño se enfrentará a la siempre temible Silla Azul si quiere continuar en Pasapalabra. A veces, ser conservador puede traer consigo acabar perdiendo. Eso los espectadores lo ven muy claro y comienzan a recriminárselo a través de las redes sociales.