La Universidad de Washington consigue avanzar en la solución de una de las enfermedades más comunes entre las personas de mayor edad
Prosiguen los avances en los estudios para detectar una de las enfermedades cada vez más comunes entre la población, el Alzheimer. El cual comienza a deteriorar todos los puntos de tu cuerpo, desde mentales, hasta físicos. De esta forma, cada vez estamos más cerca de dar con una solución clave que pueda acabar con dicha enfermedad a largo plazo.
Así, uno de los recientes personajes que ha querido dar visibilidad a otra de las enfermedades más comunes en nuestro país, ha sido el Langui. Durante su entrevista en La Resistencia, ha hablado de la espasticidad, la cual también da nombre a su nuevo disco, donde los músculos del cuerpo son los principales afectados, los cuales van perdiendo movilidad
SOBA el nuevo ensayo que detecta el Alzheimer 20 años antes de su aparición
En la Universidad de Washington se ha dado con un nuevo avance respecto al Alzheimer y su detección. Así, se han percatado de que los productos tóxicos desechados, los cuales provocan los daños neuronales, provienen de los fragmentos β amiloide. La cual a su vez está formada por dos hojas, la hoja β y la hoja α.
Es mediante el ensayo SOBA donde se detecta a los oligómeros αβ solubles. El objetivo principal de este estudio es dar con el Alzheimer 10 o incluso 20 años antes de su aparición. Lo cual va a ayudar tanto a la detección del mismo, como a los futuros estudios para dar con una solución.
Las proteínas principales que causan la aparición del Alzheimer
La razón principal que desemboca en esta enfermedad es el mal funcionamiento de las proteínas del cerebro. Estas son las que provocan que se desencadene un mecanismo tóxico para las neuronas, las cuales acaban perdiendo la conexión entre ellas, lo cual resulta en la muerte de las mismas. De esta forma se pierde el control total de nuestra cabeza.
Así se señalan a dos proteínas en concreto, siendo la primera de ellas la beta amiloide, la cual a su vez proviene de otras más grandes. Este pequeño trozo de proteína desemboca efectos malignos en las neuronas, culpables de interrumpir la comunicación neuronal tan importante. De esta forma, la segunda culpable es la proteína Tau, la cual se encarga del transporte de los nutrientes hacia las neuronas.