El técnico asturiano se mantiene a la espera de conocer el futuro del banquillo rojiblanco pero planifica el proyecto que le gustaría por si finalmente recala en el Metropolitano
Luis Enrique sigue a la espera de saber si será el entrenador del Atlético de Madrid la próxima temporada. Todo sigue en el mismo punto. Simeone no ha decidido todavía qué hará a partir del verano. Y el Atlético, a través de Cerezo y Gil Marín, no moverán un dedo hasta que sea el argentino el que de el paso.
Sin embargo, por si finalmente Simeone decidiese no seguir, en el club rojiblanco se manejan dos opciones. Luis Enrique es el preferido de un Atlético que tendría a Marcelino García Toral como plan B. El asturiano, sin ocupación desde que abandonase la Selección, tiene muy claro qué proyecto quiere en el Atlético.
Luis Enrique planifica el futuro del Atlético
Para Luis Enrique es importante conseguir un modelo mixto entra la herencia de Simeone y sus propias ideas. Es decir, mantendría esa forma de defender y de presionar al rival, pero dispondría su sistema favorito. Un 4-3-3 con dos interiores de gran calidad y extremos desequilibrantes.
Ya hemos dicho que en el extremo le gustaría contar con Ferrán Torres. Pero tiene en mente más fichajes que ha pasado en una lista al Atlético en el caso de que finalmente cuenten con sus servicios. Uno de ellos llama poderosamente la atención. Hablamos de un jugador muy importante en el Athletic.
Luis Enrique quiere a Sancet
Luis Enrique no sabe si entrenará al Atlético. Es posible que ni siquiera lo haga nunca. Si Simeone se queda un año más y el asturiano se compromete con otra institución, ya no sabremos qué pasará en el futuro. El Chelsea o la selección brasileña ya se han puesto en contacto con el entorno del ex seleccionador.
Pero si Luis Enrique acaba en el Atlético, quiere a uno de los futbolistas con mayor proyección del fútbol español. Hablamos de Oihan Sancet, figura clave en el Athletic, que todavía no ha renovado su contrato. Acaba su vínculo en 2024, por lo que este verano, si no renueva, podría tener un precio razonablemente asequible.