El hermano de Victoria Federica tiene como único objetivo regresar a Madrid a pesar de tener que enfrentar de nuevo a la prensa
El hijo de la infanta Elena, se encuentra en medio de una enésima crisis en la Casa Real. Froilán apenas lleva un mes y medio en Abu Dabi, pero ya echa de menos España, su vida social y sus polémicas amistades. La vida en los Emiratos Árabes Unidos parece no ser de su agrado, y a pesar de que su abuelo, el rey Juan Carlos I, tuvo que pedir favores a los jeques para acogerlo, Froilán no se siente a gusto en su nueva vida. Ahora, busca desesperadamente una excusa para regresar a Madrid.
Antes de partir hacia el Abu Dabi, ya se sabía que Froilán tenía problemas de adaptación. Su historial no es precisamente ejemplar, destacándose únicamente en fiestas y desenfreno. Sin embargo, esto no fue un impedimento para que los amigos de Juan Carlos le consiguieron un puesto en la empresa petrolera nacional. A pesar de los privilegios que esto conlleva, Froilán parece no estar interesado en aprovecharlos.
Froilán y su problemática adaptación en Abu Dabi
El comportamiento de Froilán en Abu Dabi ha generado preocupación entre los miembros de la Casa Real y los escoltas encargados de proteger a los Borbones. El joven de 24 años pasa sus días sumido en la tristeza y la apatía, y no parece encontrar consuelo ni en su nuevo amigo, uno de los escoltas españoles que lo acompaña. La mayoría de los guardaespaldas están desconcertados por su falta de compromiso y su desobediencia a las indicaciones que se le dan.
Según se afirma, Froilán incluso ha recibido una advertencia de un escolta de su abuelo por no mostrar un comportamiento ejemplar. Además, el rey emérito estaría cambiando su percepción de su nieto, ya que esperaba que este madurara y aprovechara la oportunidad laboral brindada, pero en lugar de eso, se ha mostrado incapaz de asumir responsabilidades.
La negativa de la infanta Elena a repatriar a Froilán
Froilán ha suplicado a su madre, la infanta Elena, que le permita regresar a España, pero ella se ha negado rotundamente. La infanta cree que la soledad y la distancia de los medios de comunicación serán beneficiosas para que su hijo madure y aprenda a priorizar lo realmente importante. Por el momento, no se plantea la posibilidad de repatriar a Froilán, dejándole un claro mensaje: debe comportarse adecuadamente.
Por ahora, la situación de Froilán en Abu Dabi sigue siendo complicada y parece no tener una solución inmediata. Atrapado en un ambiente que no le agrada y lejos de su entorno familiar y social, deberá aprender a enfrentarse a las responsabilidades y al trabajo si quiere mejorar su situación. Mientras tanto, tiene que seguir aguantando la mala racha.