Las fuerzas del ejército del presidente Zelensky continúa con la contraofensiva planeada que ha pillado de imprevisto al presidente Putin
La situación de conflicto entre Ucrania y Rusia continúa agudizándose a medida que pasa el tiempo. En la última semana, los ataques ucranianos se han intensificado en el sur de Rusia, con acciones notables en las regiones de Rostov y Krasnodar en medio de una contraofensiva por el país de Zelensky. De esta forma aumentan los eventos recientes y el posible impacto geopolítico.
Las regiones rusas de Rostov y Krasnodar, limitando con Ucrania, experimentaron una escalada en los ataques ucranianos con drones y misiles. Hace cinco días, estos ataques se hicieron notar con fuerza en la región rusa de Belgorod, lo que ha provocado una notable preocupación por la seguridad en las regiones fronterizas del sur de Rusia.
Rusia bajo presión con un alto número de sabotajes
Desde principios de mayo, Rusia se encuentra en un estado de alerta constante por una serie de atentados y sabotajes. Entre los incidentes más graves se encuentran el descarrilamiento de dos trenes de mercancías y el incendio de un depósito de petróleo por un ataque con drones. Sin embargo, el hecho que ha desencadenado una mayor inquietud fue la incursión en Belgorod, que se ha convertido en el suceso más serio desde el inicio del conflicto con Ucrania.
Por su parte, Rusia no ha permanecido impasible. Ha incrementado sus ataques con misiles y drones contra Ucrania, centrando su objetivo en instalaciones logísticas e infraestructuras. Solo en la pasada noche, Rusia lanzó un total de 17 misiles y 31 drones de ataque en las regiones de Kiev, Jarkov y Dnipropetrovsk. Sin embargo, Ucrania ha demostrado su capacidad de defensa derribando 10 misiles y más de 20 drones.
Expectativas sombrías en un conflicto de larga duración
El ex presidente ruso Dmitri Medvédev, aliado cercano del actual presidente Vladimir Putin, expresó que este conflicto con Ucrania, que hoy cumple 456 días, podría prolongarse durante décadas. Estas palabras reflejan la posibilidad de una lucha intermitente, intercalada con treguas, pero sin una resolución definitiva en el horizonte cercano.
En un giro dramático, el jefe del Grupo Wagner, Yegueni Prigozhin, ha comenzado la entrega de la devastada ciudad de Bajmut a Rusia, tras nueve meses de intensa batalla. Prigozhin, cuyos mercenarios han sufrido la pérdida de 20.000 hombres, se mantiene a la espera de nuevas órdenes y objetivos. Finalmente, la tensión ha alcanzado nuevos niveles con la decisión del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, de permitir el traslado de armas nucleares tácticas rusas.