Peter intenta resolver el misterio de su familia para poder solventar la imagen del personaje que fue culpado sin tener culpa de lo sucedido
Peter Sutherland (interpretado por Gabriel Basso), Peter, agente de bajo nivel que trabaja en la Casa Blanca, se ve arrastrado a una espiral de sospechas y acusaciones a raíz de un atentado. Los rumores señalan a El Agente Nocturno como cómplice debido al pasado oscuro de su padre, quien fue acusado de traición y murió en un accidente antes de probar su inocencia.
Diane Farr (interpretada por Hong Chau), la jefa de gabinete de la Casa Blanca y amiga de la presidenta Michelle Travers, es la única que confía en las capacidades de Peter y le ofrece un trabajo en la línea de Acción Nocturna. Mientras vigila, Peter pasa sus noches realizando informes y esperando una llamada que nunca llega.
El llamado de Rose Larkin marca el inicio de una trama de espionaje
Una noche, la experta en ciberseguridad Rose Larkin (Luciane Buchanan), sobrina de dos agentes especiales, pide ayuda a Peter tras el asesinato de sus tíos. A partir de ese instante, Peter se ve inmerso en un peligroso mundo de conspiraciones, espionaje y peligros mortales. Así, Peter tiene la misión de proteger a Rose hasta que pueda confiar en Diane Farr y Jamie Hawkins, el subdirector del FBI.
Pero cuando sus tíos revelan la existencia de un traidor en la Casa Blanca, Rose decide no revelar nada y solo confía en Sutherland. A pesar de las promesas del FBI de garantizar su seguridad, Rose es perseguida incansablemente por los asesinos de sus tíos. Esto le confirma que no puede confiar en nadie y decide ocultarse con la ayuda de Peter. Juntos descubren pistas sobre el caso que los Campbell estaban investigando gracias a un disco duro.
Acusaciones cruzadas y la incertidumbre en torno al traidor de la Casa Blanca
Las sospechas inicialmente recaen sobre Hawkins, quien es asesinado poco después, y luego sobre Farr. Sin embargo, ella logra recuperar la confianza de Peter y Rose revelando que los Campbell estaban investigando un atentado en el metro. Luego, descubren que el objetivo real no era el tren sino una cafetería cercana, donde se encontraba una protegida de la agente del Servicio Secreto Chelsea Arrington.
Los responsables de todo resultan ser Diane Farr, el vicepresidente Redfield y Wick Gordon, el director ejecutivo de Turn Lake Industries. Planean eliminar a Omar Zadar, líder del PIF y la persona a cargo de Chelsea el día del atentado. Cuando la investigación de la presidenta amenaza con descubrir la verdad, los conspiradores deciden eliminar cualquier amenaza para la Casa Blanca.