Una de las hermanas del rey de España utiliza los aposentos reales para celebrar sin comunicar los hechos al resto de la familia real
En los próximos días, se celebrará un evento importante en la familia real española: la infanta Cristina está organizando una fiesta para celebrar el 18 cumpleaños y la graduación de Bachillerato de su hija Irene Urdangarin. Esta celebración ocurre en medio de circunstancias complejas, incluyendo el inminente divorcio de la Infanta Cristina con Iñaki Urdangarin y el hecho de que el rey Felipe y la reina Letizia, junto con sus hijas, no estarán presentes.
El divorcio entre la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin está en curso, con rumores que circulan sobre los detalles financieros de la división. Sin embargo, aún no se ha establecido una fecha concreta para la finalización del divorcio. El notario que se encargue de la disolución del matrimonio debe ser competente dentro de su último domicilio común o de la residencia habitual de cualquiera de los dos.
Tensión entre padres e hijos de la Familia Real
La relación entre la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se ha vuelto tensa, y la situación se ha complicado aún más por el hecho de que sus hijos también están involucrados. A pesar de estas dificultades, la pareja ha acordado celebrar juntos el 18 cumpleaños y la graduación de Bachillerato de su hija Irene. El único vínculo que guardan después de oficializar la separación.
El 16 de junio se realizará una celebración doble en honor a Irene. Los invitados incluyen a los tres hermanos de Irene, la infanta Elena y Victoria Federica, entre otros miembros de la familia real. Sin embargo, los reyes Felipe y Letizia y sus hijas no han sido invitados, señalando una división evidente dentro de la familia real. Además de reforzar la idea de que se prohíbe la interacción entre las primas debido a posible mala influencia.
Ausencias notables en la fiesta de la Infanta
Las ausencias notables en esta celebración incluyen a Juan Carlos y Froilán, y por supuesto, los reyes Felipe y Letizia y sus hijas. Esta ausencia es un reflejo de la tensión existente dentro de la familia real española y evidencia de las divisiones internas que han sido evidentes durante algún tiempo. A pesar de las divisiones familiares y las ausencias notables, esta celebración marca un momento importante para la familia real española.
Es la oportunidad de reunirse después de muchos años junto al lago Leman. Si bien este no será un evento social de gran envergadura, es un hito importante para Irene Urdangarin, y todos sus seres queridos estarán presentes para celebrar con ella. En última instancia, este evento es un reflejo de su personalidad y sus deseos, y se está llevando a cabo con el mayor respeto y consideración por su bienestar y felicidad.