El Rey emérito, Juan Carlos I, experimentó una acogida un poco caldeada en su regreso a España
Sanxenxo ha recibido a Juan Carlos I, el rey emérito, con división de opiniones. Aplausos mezclados con protestas, una situación que recuerda a las divididas opiniones presentes en las corridas de toros, actividad del que el monarca es conocido seguidor.
En su tercer regreso a España tras su partida hacia Abu Dhabi en el verano de 2020, Juan Carlos I volvió a elegir Sanxenxo, en Pontevedra. Fue allí donde se encontró con una recepción decididamente mixta, reflejo de las opiniones polarizadas que el monarca emérito suscita.
Sanxenxo caldea el regreso de Juan Carlos I
En medio de los aplausos habituales que acompañan su presencia, se escucharon determinadas protestas y gritos de “¡Ladrón!” , intercalados con silbidos de desaprobación. Estos sonidos de protesta se producen mientras el rey emérito se disponía a entrenar en su embarcación, el Bribón.
Las regatas de Sanxenxo son bien conocidas como uno de los eventos deportivos preferidos por Juan Carlos I. En cada una de sus recientes visitas a España, el monarca emérito ha participado en estas competencias náuticas. No obstante, en esta ocasión, el contraste de opiniones nunca había sido tan evidente.
El emérito en boca de todos
Las protestas contra Juan Carlos I no son nuevas, pero esta vez la intensidad y claridad de las mismas fueron notables. Esto refleja la continua controversia que rodea al rey emérito desde su partida de España en 2020. División de opiniones allá por donde va.
Gritos de ladrón, sospecha de corrupción y cuestionamientos a su gestión han marcado la trayectoria reciente del monarca, descubriendo una profunda polarización en la opinión pública española. La visita de Juan Carlos I a Galicia es un claro ejemplo de cómo la figura del rey emérito sigue siendo un tema de debate en la sociedad española.