Darío Montero anuncia su salida de El Chiringuito en un momento conmovedor junto a Pedrerol
La temporada futbolística ha comenzado con energía, y con ella, los programas deportivos regresan a la pantalla. Los debates entre tertulianos, las jugadas destacadas y las noticias exclusivas son el pan de cada día. Sin embargo, no todo son alegrías en el set. En “El Chiringuito“, uno de los rostros más reconocidos anunció su despedida del programa, no es más ni nada menos que Josep Pedrerol
Darío Montero, conocido no solo como redactor, sino también como tertuliano y presentador ocasional, comunicó su decisión de dejar el espacio, marcando un episodio emotivo en la historia del show. Las lágrimas no faltaron en su anuncio, y el abrazo con Josep Pedrerol cerró un capítulo importante en su carrera profesional. Su despedida en Twitter resonó con fuerza, agradeciendo al equipo y al público por los momentos compartidos.
Los compañeros de Montero en El Chiringuito expresan su aprecio y sorpresa
Aunque el destino profesional de Montero sigue siendo un misterio, la respuesta de sus colegas fue unánime: afecto y apoyo incondicional. Las palabras que compartió en vivo reflejaron su gratitud hacia el equipo y el público. Algunos de sus compañeros, tomados por sorpresa, no pudieron contener su emoción.
El mismo Montero admitió que había momentos en los que sentía que no estaba a la altura, pero agradeció especialmente a Pedrerol por el apoyo constante. Esta sinceridad en sus palabras mostró la profundidad de su vínculo con el programa y el equipo. La honestidad de Montero en admitir sus fallos es un testimonio de su carácter genuino y profesionalismo.
Palabras de Pedrerol: un adiós cálido y esperanzador
El líder del programa, Josep Pedrerol, no se quedó atrás en expresar su cariño y respeto hacia Montero. Sus palabras reflejaron el aprecio mutuo entre ambos y la certeza de que las puertas de “El Chiringuito” siempre estarán abiertas para él. Pedrerol destacó la frescura y el compañerismo que Montero aportó al programa, asegurándole un futuro brillante en cualquier desafío que decida asumir.
El mismo Montero admitió que había momentos en los que sentía que no estaba a la altura, pero agradeció especialmente a Pedrerol por el apoyo constante. Esta sinceridad en sus palabras mostró la profundidad de su vínculo con el programa y el equipo. La honestidad de Montero en admitir sus fallos es un testimonio de su carácter genuino y profesionalismo.