Rodríguez Ibarra compara la amnistía con “violar a 40 millones de españoles”
El expresidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha sorprendido con unas declaraciones que no han dejado indiferente a nadie con respecto a la amnistía. Durante un desayuno informativo en Madrid, ha equiparado la amnistía a “violar a 40 millones de españoles”, una comparativa que ha encendido el debate nacional sobre la posible exoneración a independentistas.
El socialista ha mostrado su desacuerdo con las intenciones del presidente Pedro Sánchez respecto al conflicto catalán. Afirma que conceder la amnistía sería, en esencia, dar la razón a Carles Puigdemont. Esta postura refleja la creciente tensión y división dentro del partido sobre cómo abordar la situación en Cataluña.
La postura del socialista frente a los planes de Pedro Sánchez
Rodríguez Ibarra ha sido claro en su posición contraria a los planes de Pedro Sánchez. Considera que la amnistía sería una humillación al PSOE y una concesión inaceptable al independentismo catalán. El expresidente extremeño ha criticado la situación de Puigdemont, refiriéndose a él como el “hombre del maletero” y cuestionando su estancia en Waterloo.
Además, Ibarra insiste en que el respeto a la Constitución es fundamental y que cualquier acción que la socave es perjudicial para España. Sostiene que el diálogo es necesario, pero siempre dentro del marco legal establecido. La postura de Ibarra refleja la de muchos otros líderes socialistas que ven con preocupación las decisiones del actual gobierno. Finalmente, recalca que el PSOE debe mantenerse firme en sus principios y no ceder ante presiones externas.
Reacciones de otros líderes socialistas
No es solo Rodríguez Ibarra quien ha mostrado su desacuerdo con la posible amnistía. Otros líderes históricos del PSOE, como Felipe González y Alfonso Guerra, han expresado su rechazo a esta medida. Ambos han visitado diversos medios para manifestar su postura, acusando a Sánchez de ser “disidente” y “desleal” con el partido y la historia de España.
Estas críticas reflejan una división interna en el partido sobre cómo abordar el tema catalán. Muchos consideran que ceder a las demandas independentistas podría sentar un precedente peligroso. González y Guerra, con su vasta experiencia política, temen que la amnistía pueda erosionar la soberanía nacional. De hecho, argumentan que la medida podría alienar a muchos votantes socialistas que se oponen firmemente al separatismo.