La reina Letizia: pieza clave en el aislamiento de Felipe VI
Desde su llegada a la Casa Real en 2003, Letizia ha tomado un papel protagónico que ha sorprendido a muchos en cuanto a las amistades del rey Felipe VI. No solo como consorte, sino como una fuerza dominante en decisiones familiares y representativas del reinado. Desde el principio, su origen plebeyo y antecedentes marcaron una diferencia evidente con las tradiciones monárquicas, generando cierto recelo en la familia real.
Sin embargo, lo que ha sido más notable es cómo, con el paso del tiempo, Letizia ha delineado un muro entre Felipe VI y su círculo más cercano, incluidos amigos y familia. Esta barrera ha restringido el acceso y la comunicación del monarca con aquellos que alguna vez fueron pilares en su vida.
Felipe VI: entre la responsabilidad monárquica y la presión marital
El distanciamiento con su familia, principalmente con su padre Juan Carlos y su hermana la infanta Elena, es palpable. Las reuniones familiares son escasas, y las conversaciones, según fuentes cercanas, se limitan a videollamadas. La vida privada del rey parece estar determinada por las decisiones y preferencias de Letizia, quien ha establecido un itinerario de actividades culturales que no siempre coinciden con los gustos de Felipe.
Los amigos que una vez compartieron momentos inolvidables con el rey ahora le llaman “el calzonazos”, reflejando una percepción de que ha perdido autoridad en su vida personal. De los numerosos amigos que Felipe VI tuvo en su juventud, Álvaro Fuster es el último que queda. Han compartido innumerables momentos desde su época escolar en el colegio Santa María de los Rosales.
La sombra de Letizia parece ser un factor común en el alejamiento de estos amigos.
Otros, como Pablo de Grecia, a pesar de mantener contacto, han limitado sus encuentros a situaciones esporádicas. Años atrás, algunos de ellos, en un intento jocoso, llegaron a apodar a la princesa como “La Chacha”, haciendo referencia a sus orígenes más humildes en comparación con el entorno habitual de la realeza.
En resumen, el reinado de Felipe VI ha sido sin duda influenciado por la presencia de Letizia. La reina, con su fuerte personalidad y decisiones, ha marcado un antes y un después en la dinámica familiar y social del rey. Solo el tiempo dirá si esta influencia resulta beneficiosa para la monarquía española o si genera un impacto negativo en la percepción pública del reino. Lo que es indiscutible es que la figura de Letizia ha traído consigo cambios profundos en la vida de Felipe VI.