Aragonès reivindica en el Senado la aspiración de un referéndum a la Escocesa
En una sorprendente aparición, Pere Aragonès se presentó en el Senado, participando en la sesión de la Comisión General de Comunidades Autónomas. Un escenario reservado para los presidentes autonómicos, donde Aragonès decidió ser el primero en intervenir. Su mensaje fue directo y claro: la búsqueda de la amnistía como inicio y el anhelo del referéndum para Cataluña como conclusión. “Estoy seguro de que Cataluña votará”, destacó el president.
A lo largo de su discurso, no solo defendió la amnistía y el referéndum. Subrayó el deseo de bienestar y prosperidad para Cataluña. Sin embargo, no perdió oportunidad de señalar al PP, argumentando que esta comisión podría tener trasfondos partidistas. “Si realmente les interesara Cataluña, abordarían temas como el déficit fiscal”, expresó, profundizando en demandas independentistas históricas.
El uso de la Comisión General de Comunidades Autónomas: más allá de una simple intervención
La función de la Comisión General de Comunidades Autónomas en el Senado es abordar temáticas autonómicas. Se estructura como un foro de debate, donde el Gobierno y presidentes autonómicos pueden compartir sus perspectivas sobre temas específicos. En esta ocasión, el centro de atención fue la propuesta de amnistía.
Aragonès, con su tono característico, defendió fervientemente esta amnistía. Para él, es esencial para encaminar la solución del conflicto político. Sin embargo, hizo una advertencia: la amnistía es solo el inicio. La visión a largo plazo es un referéndum de independencia, reconocido y acordado, distante de la postura unilateral que respalda Junts.
Una inspiración escocesa en las aspiraciones de Aragonès
Aunque la postura de Aragonès no es nueva, su claridad al expresarla en el Senado sí lo es. Enfatizó que el modelo a seguir para Cataluña es el referéndum llevado a cabo en Escocia. Un proceso que se realizó de manera acordada y con reconocimiento internacional.
El deseo de un referéndum acordado muestra una estrategia diferente, buscando evitar la confrontación directa con el Estado. Sin embargo, queda en el aire cómo se gestionarán las diferencias internas en el bloque independentista y qué respuesta tendrá el Gobierno central ante estas demandas.