Ana Guerra y el giro inesperado en ‘OT 2017’: confesiones, desafíos y la mano salvadora del productor
El 23 de octubre se marcó un hito en la historia de Operación Triunfo, celebrando seis años del estreno de la edición de 2017, la cual revitalizó por completo el fenómeno musical que nos ha regalado Gestmusic. Entre los nombres que resuenan con fuerza de esa temporada, se encuentra Ana Guerra, una artista que ha decidido abrir su corazón y compartir experiencias nunca antes contadas sobre su paso por OT, en el podcast Animales Humanos de Ibai Vegan.
La cantante canaria relató el desafío emocional que vivió, llegando al borde del abandono tras una polémica gala. Roi, su gran amigo y compañero, fue expulsado, dejándola en una posición vulnerable y expuesta a críticas despiadadas de parte del jurado.
Ana Guerra ante la crítica despiadada: el veredicto de Julia Gómez Cora y el impacto en su autoestima y percepción personal
“Me encontré con una puntuación baja y comentarios sobre mi falta de capacidad vocal por parte de un miembro del jurado”, compartió Ana. Se trataba de Julia Gómez Cora, reconocida productora de musicales y jurada invitada de esa gala, quien no dudó en expresar una crítica severa hacia la cantante. El duro juicio no sólo afectó su autoestima, sino que también la hizo sentir incomprendida y menospreciada.
“Me dijeron que estaba lejos vocalmente de los demás y eso fue un golpe muy duro”, confesó Ana. La tinerfeña se sintió sola y desolada, creyendo que esas palabras reflejaban la opinión general sobre su desempeño. La falta de empatía y humanidad en ese momento crítico la marcó profundamente, llevándola a considerar seriamente la posibilidad de abandonar el programa.
El productor de ‘OT’ tuvo que actuar rápidamente para evitar su partida
Fuera de cámaras, Ana compartió su dolor y su decisión de no continuar con Jordi Rosell, figura clave dentro de Gestmusic. “Me dijo que lo que había sucedido era una falta de respeto y que el jurado no volvería al programa. Me pidió que no abandonara, resaltando el apoyo del público y del equipo hacia mí”, narró Ana.
Finalmente, la cantante decidió quedarse, encontrando consuelo y apoyo en sus compañeros, en especial en Amaia. Este episodio, aunque doloroso, dejó en claro la importancia de la empatía y el respeto en entornos de alta presión y competencia. Ana Guerra, con valentía y honestidad, ha decidido compartir su historia, recordándonos que detrás de cada artista en el escenario, hay un ser humano lleno de sueños, esperanzas y, sobre todo, una necesidad fundamental de respeto y comprensión.