El defensor central de los culés ha tenido una explosión importante en las últimas semanas
Iñigo Martínez ha sido una de las grandes sorpresas del FC Barcelona en esta temporada. Su incursión ya le ha puesto como un fijo en el once de Xavi Hernández, quien confía plenamente en todas las capacidades del zaguero de Ondarroa. A su vez, el ex del Athletic ya ha demostrado todo su liderazgo con la plantilla.
Recordemos que Iñigo Martínez fue uno de los últimos fichajes que pudo hacer el FC Barcelona en el mercado pasado. Fue una de las apuestas de Joan Laporta, pero hoy en día ya muestra toda su calidad. En el partido ante el Deportivo Alavés es donde ha tenido un rol clave para el entrenador.
El momento de Iñigo Martínez es clave en el FC Barcelona y ahora ya maneja los temas del vestuario con tranquilidad
De esta forma, se ha confirmado que de a poco, el papel que está desempeñando el central puede ganar importancia. Por ejemplo, en el incidente entre Robert Lewandowski y Lamine Yamal, fue él el que se encargó de dar la versión real de los hechos y de paso disipar toda polémica.
“La relación entre Lewandowski y Lamine es espectacular”. Es lo primero que ha dicho Iñigo Martínez luego del conflicto entre los dos jugadores del FC Barcelona. También, ha añadido que este tipo de situaciones son comunes. “Hay 1.000 reprimendas de esa por partido”. Así, ha cerrado un tema que estaba generando mucho revuelo.
La defensa de Lamine Yamal ante los ataques de Antonio Blanco es otro tema que aplaude la afición al zaguero vasco
Además de ello, también se encargó de hablar sobre los momentos complejos que se puedan presentar a futuro entre los integrantes de la plantilla. “Somos un gran equipo y nos mantenemos al margen de las polémicas, que nos aportan poco”. Con ello, deja en claro que aunque se den este tipo de momentos, la relación es bastante buena entre todos.
Finalmente, otro hecho para destacar en cuanto al liderazgo de Iñigo Martínez en el FC Barcelona, fue la defensa que hizo de Lamine Yamal cuando fue atacado por Antonio Blanco. Para el vasco no era justo que el canterano tratara de esa forma a un futbolista tan joven, ya que lo recriminó con empujones y gritos intimidatorios.