El Athletic de Valverde supera al Barça de Xavi con una estrategia intensa y efectiva
El Athletic de Bilbao, dirigido por Ernesto Valverde, nos entregó otra actuación memorable en la Copa del Rey, superando al Barcelona de Xavi con un marcador de 4-2. La táctica de Valverde se enfocó en no dejar pensar al jugador del Barça que aparecía como primer apoyo para la transición, una estrategia que frenó efectivamente al equipo catalán.
A pesar de algunos momentos de progreso del Barça, el Athletic logró contener y luego cortar estas salidas peligrosas, orientando el balón hacia áreas donde podían sofocar la circulación del rival. Valverde y su equipo mostraron una gran capacidad para adaptarse y cerrar los espacios, evitando que los centrocampistas del Barça pudieran girarse y crear juego.
La adaptación y la intensidad del Athletic bajo la lupa
La primera mitad del partido mostró al Athletic aplicando su plan a la perfección. Sin embargo, la introducción de Iñaki Williams en la segunda parte cambió el enfoque del equipo. Con Iñaki y Guruzeta presionando a los centrales, y con el apoyo de Nico, Sancet y Unai, el Athletic equilibró y compensó eficazmente, manteniendo la intensidad en su juego sin balón.
En la prórroga, el Athletic recuperó su estructura de 1-4-4-2/1-4-2-4, con los comportamientos habituales que hemos visto durante la temporada. Esperaron el momento adecuado para presionar, corrigiendo constantemente y evitando los pases interiores del Barça.
Despliegue físico y correcciones tácticas
El Athletic de Valverde destacó por su intensidad física, especialmente notable en jugadores como Prados, Unai Gómez y Jauregizar. Su habilidad para presionar sin descanso y recuperar balones fue crucial. Esta agresividad táctica y la habilidad para ejecutar rápidos contraataques marcaron la diferencia en el partido.
La adaptabilidad del equipo ante los cambios del juego fue clave. La entrada de Villalibre aportó frescura en el ataque, y la táctica de centrar desde la línea de fondo resultó efectiva. Este enfoque estratégico y la capacidad de respuesta del Athletic reflejan el ingenio táctico de Valverde.