La estratégica relación entre España y Marruecos se refuerza con el encuentro de Pedro Sánchez y Mohamed VI
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha emprendido un significativo viaje a Marruecos, marcando su primera visita oficial de la legislatura al país vecino. Este desplazamiento a Rabat no solo subraya la importancia de Marruecos como socio estratégico de España, sino que también pone de relieve la solidez de las relaciones bilaterales entre ambos países.
La reunión con el rey Mohamed VI y el presidente del Ejecutivo marroquí, Aziz Ajanuch, es un paso más en la consolidación de esta nueva etapa de colaboración, iniciada tras el apoyo de España al plan de autonomía marroquí para el Sáhara en marzo de 2022.
Un encuentro largamente esperado
La visita de Sánchez responde a una invitación pendiente por parte del monarca alauí, simbolizando el interés mutuo en fortalecer los lazos diplomáticos y económicos. Este encuentro es particularmente relevante, ya que se produce tras más de un año de la última Reunión de Alto Nivel (RAN) con Marruecos, que sirvió de catalizador para una nueva fase en la relación bilateral.
La agenda de Sánchez en Rabat incluirá temas cruciales como la colaboración en la lucha contra la migración irregular y el fortalecimiento de las relaciones económicas y comerciales. La visita ocurre en un momento en el que España experimenta una nueva oleada de cayucos, subrayando la importancia de la cooperación con Marruecos en materia de migración y seguridad.
Crisis diplomática y apertura comercial
La posición de España respecto al Sáhara Occidental ha sido un punto de inflexión en las relaciones con Marruecos, superando la última crisis diplomática entre ambos países. Sin embargo, este cambio de postura también provocó una crisis con Argelia, mostrando la complejidad de la política regional. Además, se espera que la apertura de aduanas comerciales en Ceuta y Melilla, acordada en 2022, sea otro de los temas a tratar, lo que podría tener un impacto significativo en el comercio bilateral.
El viaje de Pedro Sánchez a Marruecos no solo es un gesto de buena voluntad diplomática, sino también una oportunidad para abordar asuntos de interés común en el ámbito internacional, como el conflicto entre Israel y Hamás y la situación en Gaza. Además, se busca impulsar las inversiones y la cooperación económica ante eventos futuros de gran envergadura, como el Mundial de fútbol 2030, que organizarán España, Marruecos y Portugal.