Valencia pide garantías firmes para el estadio del Mundial 2030 ante la reticencia del club
El proyecto del Nuevo Mestalla enfrenta obstáculos críticos para el Valencia en su camino para convertirse en una de las sedes del Mundial 2030. A pocos días de la fecha límite para entregar a la FIFA un documento de intenciones actualizado, el Valencia CF ha decidido no firmarlo, generando tensiones con el Ayuntamiento y la Generalitat. La disputa se centra en las garantías jurídicas que el club exige para continuar con la construcción del estadio, un proyecto que se ha visto atascado por diversas complicaciones.
El Ayuntamiento de Valencia, en colaboración con las fuerzas políticas Vox, PP y Compromís, ha propuesto la realización de una auditoría externa para determinar el coste exacto del nuevo estadio. Esta medida busca asegurar que el Valencia CF pueda completar las obras, evitando un escenario en el que el estadio quede a medio construir. Sin embargo, el club, preocupado por los plazos apretados impuestos por la FIFA para el Mundial, ve este movimiento como una demora innecesaria que solo complica la obtención de las licencias necesarias.
Preocupaciones y garantías en torno al Mestalla
La inquietud del Ayuntamiento deriva de precedentes de otras construcciones de gran envergadura que han sufrido sobrecostes significativos. Ante esta situación, se busca un compromiso por escrito del Valencia CF sobre cómo se financiarán las obras del estadio para el Mundial 2030. Aunque el club ha sugerido que podría utilizar su patrimonio inmobiliario, incluido el actual estadio de Mestalla y la Ciudad Deportiva, como garantía para los préstamos bancarios, aún queda por concretar cómo se asegurará el financiamiento.
La resolución de este conflicto es crucial no solo para la ciudad de Valencia, que aspira a jugar un papel importante en la celebración del Mundial 2030, sino también para el Valencia CF, que ve en el Nuevo Mestalla un elemento clave para su futuro. El próximo 6 de marzo, una decisión judicial sobre la denuncia presentada por el club respecto a la caducidad de la ATE podría cambiar radicalmente el panorama, devolviendo al lugar cierto control sobre los derechos urbanísticos necesarios para avanzar.
Un futuro incierto para el Estadio
Mientras el Ayuntamiento ha optado por posponer cualquier movimiento adicional en relación con el Nuevo Mestalla hasta después de la decisión judicial, el Valencia y sus aficionados esperan ansiosos. La resolución no solo afectará al futuro del estadio sino que también podría influir en la capacidad de Valencia para ser una de las sedes del Mundial 2030.
El desenlace de esta situación definirá no solo su futuro inmediato, sino también el compromiso de Valencia con el fútbol mundial. La ciudad, el club y sus seguidores permanecen a la espera de garantías firmes que aseguren la finalización del estadio, un elemento crucial para acoger el evento deportivo más importante a nivel global.