El Athletic Club de Bilbao se encuentra ante un dilema de lujo con Unai Simón y Julen Agirrezabala, dos guardametas de primer nivel que compiten por la titularidad bajo los tres palos
En un mundo del fútbol donde la competencia por un puesto en el once inicial es feroz, especialmente en la posición de portero, el Athletic se destaca por tener un “problema” que muchos equipos desearían tener. La temporada 2023/2024 ha sido testigo del excelente nivel mostrado por ambos porteros, contribuyendo significativamente a las aspiraciones del equipo tanto en LaLiga como en la Copa del Rey.
La gestión de Ernesto Valverde, el técnico del equipo, ha sido clave en este escenario. Ha sabido rotar a sus porteros de manera que ambos se sientan parte integral del proyecto deportivo del club. Esta estrategia no solo ha mantenido a los dos guardametas en forma y motivados, sino que también ha reforzado la profundidad y competitividad del equipo en todas las competiciones que disputa.
La planificación para la próxima temporada sugiere un reparto equitativo de oportunidades entre Simón y Agirrezabala
Con el Athletic Club rindiendo a un altísimo nivel en LaLiga y con altas probabilidades de competir en Europa, ya sea en la UEFA Europa League o en la Champions League, el calendario se presenta cargado de compromisos. A esto se suman la Copa del Rey y la Supercopa de España, ofreciendo un amplio abanico de partidos para distribuir entre los dos talentosos porteros.
La situación contractual de ambos jugadores añade otra capa de complejidad a la gestión de esta situación. Con los contratos de Simón y Agirrezabala finalizando en junio de 2025, el club debe navegar cuidadosamente las negociaciones para asegurar su permanencia a largo plazo. La renovación de Agirrezabala ya está en marcha, lo que demuestra la intención del Athletic de asegurar su futuro en la portería. Por otro lado, la tranquilidad que transmite Unai Simón respecto a su deseo de continuar en el club refleja no solo su compromiso profesional, sino también un vínculo emocional profundo con el equipo que lo formó como jugador y persona.
Este escenario representa un desafío interesante para el Athletic Club
La habilidad para gestionar adecuadamente la competencia interna, manteniendo al mismo tiempo la armonía en el vestuario y asegurando la continuidad de sus jugadores clave, será fundamental para el éxito del equipo en el futuro. La estrategia de rotación de Valverde, junto con una planificación contractual inteligente, son piezas clave en este rompecabezas.
El Athletic Club se encuentra en una posición envidiable con dos porteros de alto calibre luchando por la titularidad. La gestión de este talento, tanto dentro como fuera del campo, será crucial para las aspiraciones del equipo en las temporadas venideras. Con una planificación cuidadosa y una gestión de equipo inteligente, el Athletic tiene todo para convertir este problema en una de sus mayores fortalezas.